Independiente ganó en la Copa Libertadores. Este jueves en su primera presentación como local se levantó con un 1-0 ante Millonarios justificado por el fútbol del primer tiempo y la contención en el complemento cuando apareció el cansancio.
Más allá de la gran noticia de encaminarse en el ámbito internacional, la actuación de anoche le dejó otra confirmación positiva a Holan: tiene un equipo definido. Si bien al técnico rojo le gusta mover las piezas de su tablero según las condiciones de cada compromiso que le toca afrontar en esta cruzada al mando del conjunto de Avellaneda, la formación que repitió por segundo encuentro consecutivo es la que se asemeja a la ideal de Independiente. Y no es casual que no esté compuesta por las incorporaciones que arribaron en enero. Aunque haya esperado futbolistas de calidad como Fernando Gaibor, Silvio Romero y Jonathan Menéndez, los de siempre son los que mejor se entienden y llevan la idea del profesor a la máxima potencia.
Millonarios lo padeció en la noche copera del Libertadores de América. Cuando Independiente juega a lo que Holan quiere, cuando tiene la pelota y la hace circular sin imprecisiones, a base de triangulaciones y de conexiones con un fin certero, cuando la recuperación es inmediata y cuando la transición defensa-ataque es una cuestión de segundos, hay pocos rivales que puedan hacerle frente. Y todo eso hizo el local en su segunda presentación en el Grupo G. De atrás para adelante, los once jugadores que se mueven con una mecanización aceitada elogiable, ejecutaron la búsqueda a la perfección.