El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó una caída del 3,1% del PBI, una inflación de 57,3% y una tasa de desempleo de 10,6% para el año 2019.
De acuerdo con la actualización de su informe de «Perspectivas Económicas Mundiales» (WEO, por su siglas en inglés), el organismo estimó el desequilibrio de la cuenta corriente de 1,2%.
El contraste también es marcado con los vecinos de la región. América del Sur crecerá 1,8% en 2020. Sólo la Argentina y Venezuela (-10%) tendrán un índice negativo. En el más largo plazo, sin embargo, el escenario es más promisorio, con un crecimiento que alcanzará al 3,2% hacia 2024, según el FMI, aunque en el organismo reconocen que el panorama futuro es sumamente incierto.
Todas estas previsiones, igualmente, estarán sujetas a las medidas económicas y a la orientación que le dé a la gestión del área el gobierno que asuma a partir del 10 de diciembre. En su informe el FMI no se aventura en especulaciones al respecto sino que traza sus pronósticos para el país sobre la base de los datos del actual gobierno y de las estadísticas oficiales.