co días después de la tragedia, la Policía Federal detuvo a tres jóvenes acusados de vender pastillas de droga sintéticas en la fiesta Time Warp de Costa Salguero y ahora investigan si tienen responsabilidad en la muerte de las cinco víctimas.
Así lo informaron fuentes judiciales. Se trata de una línea de investigación de la Procuraduría de Narcocriminalidad, a cargo de Diego Iglesias.
Los sospechosos serán indagados en las próximas horas por el juez Sebastián Casanello, a cargo de la causas.
Por los cruces telefónicos, se pudo comprobar que los sospechosos estuvieron el día de la tragedia en Costa Salguero. Las detenciones se concretaron entre anoche y las primeras horas de hoy.
Jóvenes en estado crítico
«Leve mejoría pero aún en estado crítico.» Así lo indica el último parte médico emitido ayer sobre la salud de los tres jóvenes internados en el hospital Fernández tras una intoxicación con drogas en la fiesta Time Warp de Costa Salguero. Damián Sedeillán, el chico de 17 años que se encuentra en el Rivadavia, «sigue evolucionando favorablemente».
El informe médico indica que Leandro Espinoza «permanece con asistencia respiratoria mecánica, leve mejoría de la función respiratoria y normalización de enzimas musculares», aunque aún se encuentra internado en la Unidad de Terapia Intensiva.
Por otra parte, Nicolás Laitán, de 23 años, presenta «una leve mejoría de la función respiratoria», pero aún continúa con asistencia mecánica y, como los otros jóvenes, está internado en terapia intensiva.
La única mujer en el Fernández, Micaela Polivoy, continúa con asistencia mecánica y, según informaron oficialmente, presenta «una leve mejoría» en la función hepática.
Su hermano, Lucas, publicó ayer en su página de Facebook: «Me acaban de dar el parte médico. Tema pulmón mucho mejor riñones funcionan bien, hace pis normalmente, las pulsaciones son normales, la presión también. El hígado está regenerando bien, está en mejora».
Ricardo Boni, el padre de Bruno, uno de los cinco jóvenes que murieron, desconfió de las versiones que indican que hubieran sido los propios chicos quienes compraron la droga de diseño conocida como Superman. «Una pastilla de éxtasis no le puede causar lo mismo a tantas personas», señaló. En declaraciones radiales, expresó: «En la morgue me dijeron que todos los chicos murieron a la misma hora y con los mismos síntomas. Ahí hay algo que no cierra. No es que fueron Bruno y sus amigos; eran chicos de distintos lugares. Es demasiado extraño».
Sobre la noche de la fiesta, el padre de Bruno recordó que su hijo había decidido ir sin dinero porque estaba ahorrando para comprarse un teléfono celular: «Yo sé cómo se comportaba; él hizo una pizza para los amigos y se tomaron una combi para ir a la fiesta -relató-. No se quiso llevar ni 100 pesos para no tocar la plata; entonces, no tuvo posibilidad de comprar nada allá. Yo creo que probaron algo, que le dieron agua o algo para tomar porque no tenía plata».
En cuanto al trabajo de los médicos durante la madrugada de la tragedia, Boni se mostró satisfecho. «A las 7.30, la policía me vino a buscar para que fuera al Fernández y ahí me dijeron que Bruno había llegado con convulsiones y que tuvo dos paros cardiorrespiratorios; del primero lo sacaron pero del segundo no pudo salir», contó.
En medio del dolor y con los hechos aún tan frescos, el hombre contó que su hijo era muy querido por todos y que en la despedida de sus restos estuvieron hasta sus amigos del jardín de infantes.
«Es muy triste lo que estamos viviendo. Bruno era emprendedor, estudiaba y trabajaba en una casa de venta de ropa en Quilmes», recordó.
También dijo que una amiga de Bruno que estuvo con él a las 4 de la madrugada del sábado le comentó que habían charlado y que su hijo estaba «perfectamente bien».
«Acá hay algo raro. Él iba dos veces por año a este tipo de fiestas y siempre volvía perfecto; yo quiero saber qué pasó para que esto no le suceda más a nadie», concluyó.