Retomando un estilo confrontativo que parecía haber dejado atrás, el intendente Altolaguirre se mostró desafiante hacia los empleados municipales al manifestar que los empleados «vayan al paro porque plata no hay», refiriéndose a la amenaza de paro que lanzara el Sindicato de Empelados Municipales si llegara a postergarse el pago de los aguinaldos a los empleados.
«Los empleados, si hacen eso (ir al paro) lo único que hacen es perjudicarse a ellos mismos», aseveró. «Si hacen una medida de paro, lo que se retrasa es la recaudación y no vamos a llegar a juntar los recursos para pagar el medio aguinaldo», dijo. «Se les explicó y después de eso salieron con la asamblea», añadió.
Altolaguirre insistió en que el gremio fue «connivente» de la gestión de Luis Larrañaga, cuya herencia insistió en vituperar. «La Municipalidad no llegó por casualidad a esta situación, el gremio fue parte de la gestión anterior, estuvo en una posición cómoda y no se percató de la caída de la coparticipación, que son 100 millones de pesos anuales; con esa plata nop tyendríamos esta crisis, se mal utilizaron esos recursos de la Municipalidad», reprochó.
«Hemos gestionado lo que no se gestionó en 30 años de gobierno justicialista en la ciudad», se jactó el jefe comunal. Insistió en varios palos a la gestión anterior y lamentó que «hay que hacer todo de cero. La inacción ha sido alarmante, y los vecinos hemos permitido que esto sucediera».
«La actitud del gremio no ayuda a la convivencia», dijo Altolaguirre, en un día en que expuso su furia verbal. Antes había dicho que «nadie los obliga a ser empleados públicos», en referencia a la asamblea que el día anterior protagonizaron los trabajadores, descontentos con el anuncio municipal de que no se pagarán los sueldos como corresponde.
Al referirse a los recursos de la comuna, planteó: «no hay nada, eso es lo que tienen que entender; el gremio tiene decisiones desafortunadas».