En una semana de debates, con muchas idas y venidas en la definición de sus integrantes, la FIFA designó ayer el Comité de Regularización para la AFA, con Armando Pérez, actual presidente de Belgrano, como máximo referente de una junta que tendrá a su cargo la institucionalización del fútbol argentino en un plazo que tendrá como fecha límite el 30 de junio de 2017. El dueño de la firma TSU Cosméticos, representante de los productos de la NBA en el país y que ayer se reunió con el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada, durante 45 minutos, liderará este cuerpo colegiado junto a Pablo Toviggino, actual presidente del Consejo Federal de Fútbol, y dos abogados: Javier Medín, ex director del Departamento Legal de Boca, que ejercerá el cargo de vicepresidente, y Carolina Cristinziano, asesora jurídica de futbolistas y clubes, vinculada en el pasado con el Grupo Mascardi. Pasado mañana, representantes de la FIFA y la Conmebol arribarán al país para que entren en funciones.
El cordobés Pérez fue el candidato que siempre estuvo en sintonía con el Gobierno Nacional, respecto a la administración económica y jurídica que debía desarrollarse en la AFA. Un dato: en la primera presentación de Fernando Marín ante los dirigentes de los clubes, el director del programa estatal Fútbol Para Todos dejó entrever que el presidente de Belgrano era el candidato del consenso para la administración nacional.
«El Comité de Regularización podrá proponer aumentar el número de miembros hasta un máximo de tres personas. En tal caso, la FIFA y la Conmebol procederán a la selección de dichas personas», reza el comunicado redactado en las oficinas del ente mundial en Zurich. Entre los grandes ausentes en esta nómina están el escribano Fernando Mitjans, que declinó por diferencias con el rumbo que tomó la comisión, y Alejandro Marón, ex presidente de Lanús, que la semana pasada lideró el proceso de reelaboración de la Carta Magna de la propia Confederación Sudamericana.
Desde el miércoles hasta ayer los nombres del Comité variaron siete veces, con muchos integrantes que rechazaron la opción de participar ante la ausencia de un ex futbolista, una de las condiciones esenciales, a priori, para la FIFA.
Este cuerpo colegiado se encargará de administrar la actividad diaria de la AFA, revisar sus estatutos para adaptarlos a los modelos vigentes de la FIFA y organizar elecciones para restaurar la institucionalidad. Dicho comité actuará como comisión electoral y, por lo tanto, ninguno de sus miembros será candidato a ninguno de los cargos convocados en los próximos comicios.
Sin embargo, antes de pensar en las elecciones y en las autoridades de la AFA para 2017, la comisión tendrá funciones contingentes y urgentes, trascendentales para el fútbol argentino. Deberá avanzar en la inmediata contratación de un cuerpo técnico para reemplazar al saliente que lideró Gerardo Martino, ya que la selección tiene, en breve, una doble jornada de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018: ante Uruguay, el 1° de septiembre, en Mendoza, y cinco días después, de visitante, con Venezuela, en Mérida.
Asimismo, el Comité de Regularización deberá designar los cuerpos técnicos de los seleccionados juveniles que disputarán, en los primeros meses de 2017, los campeonatos Sudamericanos Sub 20, en Ecuador, y Sub 17, en Chile.
Otra de las cuestiones urgentes será definir el futuro de la Superliga, que ayer tuvo una revolución interna con un cuestionamiento al borrador de sus estatutos. Además, se dio el primer paso hacia la ruptura con el Gobierno en cuanto a los derechos televisivos del Fútbol para Todos. La AFA planea organizar en los próximos seis meses una licitación internacional de privados para comercializar el fútbol argentino a partir de 2017, con una base de 3200 millones de pesos por parte de la empresa Turner.
La carta, que todos los clubes de Primera División y la B Nacional le presentaron ayer por la tarde al Gobierno, esgrime que el Fútbol para Todos «ha cumplido un ciclo y amerita un replanteo», por lo cual se manifiesta la voluntad de «liberar al Estado del costo» del producto fútbol, ya que para éste supone un «importante gasto» y para «la familia del fútbol la cifra resulta exigua».
En el plano económico, el Comité deberá justamente buscar dinero fresco para restaurar primero la capacidad financiera y la cadena de pagos de la propia AFA, e inyectar una suma importante en las devaluadas economías de los clubes. La llegada de esta comisión avalada por FIFA habilitará 34 millones de euros aportados por Adidas, la marca deportiva que viste al seleccionado argentino, y otra suma que rondaría los 16 millones de euros que aportarían entre la FIFA, la Conmebol y el Gobierno argentino para redondear un blindaje fundamental para la viabilidad institucional y económica del fútbol argentino.
Por último, llegará el tiempo institucional y este Comité de Regularización deberá, luego de reglamentar el nuevo estatuto bajo los estándares de la FIFA, establecerse como comisión electoral y fijar una fecha de comicios para ungir a un nuevo presidente y dar por finalizadas sus funciones.
El fútbol argentino es un paciente que necesita pronta atención. Desde Zurich designaron a cuatro personas que deberán llevar adelante un rápido diagnóstico y poner manos a la obra, porque los síntomas hace tiempo que son preocupantes.
