El deporte acuático cumplió con lo que esperaba desde hace hace casi cien años, ser un deporte que esté en el calendario olímpico. Aguerre, titular de la ISA (la entidad amateur) fue el máximo responsable de la misión que sedujo a los miembros del Comité Olímpico Internacional de incluirlo para la cita en territorio asiático.
“Estoy muy feliz. Es una sensación única, es como terminar la surfeada de una ola casi imposible, muy larga y llena de obstáculos. Es mi sueño desde que en 1994 fui elegido presidente de la ISA y empecé a luchar por el surf olímpico. Casualmente fue aquí, en Río, y en aquel entonces nunca hubiera imaginado que iba a poder recorrer un camino tan largo”, indicó el dirigente luego de la aprobación.
Algunos de los puntos altos de la ISA en el surf y en el surf adaptado:
“Creamos programas de becas para menores de 18 años y un programa de entrenamiento y certificación de jueces e instructores de surf y SU, promovimos la participación de mujeres en los mundiales de la ISA para generar una mayor igualdad; pasamos de un mundial cada dos años a a siete por año, incluyendo el mundial de surf adaptado, para atletas con limitaciones físicas. La ISA, en aquel momento, tenía 30 países asociados y ahora estamos en 99”
El directivo marplatense, que hace un año ya había logrado que el surf también se insertara en los Panamericanos (en el 2019, en Perú), e indicócuáles fueron algunos de los argumentos que le dio al COI.
“Un Juego Olímpico es una gigantesca plataforma de comunicación, que potenciará todo lo bueno que tiene el surf. Un deporte que se practica en lugares que son de todos y que promueve justamente los mismos valores que tiene el olimpismo, como el de la fraternidad humana, el del respeto por la naturaleza. Somos, como habitantes del mar, contribuiremos en la defensa del mar y los Juegos elevarán nuestras voces”.