La comerciante Marcela Andrada informó del robo a su comercio por medio de las redes sociales y aseguró que los “robos son una constante en el barrio” y aseguró que las cifras de inseguridad “no son reales”.
“Ahora me entero que los robos en el barrio se vienen produciendo desde hace bastante tiempo”, dijo aún consternada Marcela Andrada, quien en las primeras horas del domingo último sufrió el despojo de diversos elementos de su domicilio de avenida Circunvalación Santiago Marzo Sur, en la Villa Don Bosco.
Marcela sostuvo que a partir de haber difundido el momento que le tocó pasar por Facebook, pudo conocer -y también por versiones de otros vecinos- que los robos “son una constante en el barrio, aunque mucha gente no denuncia”.
De esa manera abona la teoría de que las estadísticas difundidas por el Ministerio de Seguridad -que estaban reflejando una merma en los hechos producidos- no se ajustarían a la realidad que soportan los santarroseños. Y también ratifica que aún cuando la jueza Adriana Pascual ha dictaminado que la censura informativa de la policía -impuesta por el ministro Juan Carlos Tierno-, es violatoria del derecho humano a la información, se siguen ocultando hechos delictivos que siguen sucediendo.
Cifras falaces.
Marcela Andrada, a su manera, sorteó ese cepo informativo, y a través de la red social Facebook, dio a conocer detalles de la situación que le tocó vivir; a la vez que las respuestas que recibió por decenas, no hacen más que corroborar las falaces cifras que de manera oficial pretenden que el delito en la ciudad está en baja.
Marcela Andrada contó que llegó a su casa cerca de la 1.30 del domingo, y dijo tener la sensación de que los ladrones estaban adentro cuando ingresó su auto al garaje. Los ladrones habían forzado la puerta de entrada con una barreta, y ella supone que la estaban vigilando porque no sale demasiado, y “deben estar controlando en el barrio quién entra y sale de su casa”.
Le llevaron una notebook, una máquina de fotos, algunas alhajas de oro y un reloj Citizen. “Se ve que estuvieron un buen rato, porque revisaban pero no tiraron todo el piso”.