El grupo Estado islámico (EI) retomó el control de la ciudad siria de Palmira y sus ruinas grecorromanas, luego de ocho meses de haber sido expulsado por el ejército sirio apoyado por la aviación rusa, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
El director de esa ONG, Rami Abderrahman, dijo que después de tres días de intensos combates los extremistas «controlan totalmente la ciudad de Palmira, su aeropuerto, su zona arqueológica y su ciudadela» histórica.
Los jihadistas tomaron áreas del norte y oeste de la localidad siria, pero se retiraron a las afueras por los intensos bombardeos de la aviación rusa que, finalmente, parece que no han podido evitar que el grupo se hiciera de nuevo con el dominio de esta ciudad.
Los soldados sirios se retiraron ante el avance de los terroristas, según el Observatorio, que indicó que en los combates murieron al menos 120 miembros de las fuerzas leales al gobierno de Damasco.
Fueron distribuidas en foros jihadistas fotografías de miembros del EI en su bastión de Al Raqa, en el norte de Siria , repartiendo dulces para celebrar la victoria en Palmira y coincidiendo con la conmemoración del nacimiento del profeta Mahoma.
La agencia oficial de noticias siria, SANA, informó de que el grupo entró en Palmira después de violentos enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales a última hora del domingo, después de haberlo negado a lo largo de la jornada.
Además, aseguró que las fuerzas armadas sirias «defendieron la ciudad valientemente cuando un gran número de terroristas que superaba los 4.000 atacó desde varias direcciones» y añadió que un gran número de vehículos y hombres del EI llegaron a Palmira desde Al Raqa y Deir al Zur, y sufrieron graves pérdidas en sus filas en los choques con el ejército sirio.