Acordaron un borrador que contempla una importante suba del mínimo no imponible y otras deducciones; buscan hoy el aval de los gobernadores y el miércoles iría al Congreso.
«Bueno,ahora que llegó la política arreglamos seguro», afirmó, entre risas, el sindicalista Juan Carlos Schmid ante los ministros Rogelio Frigerio y Jorge Triaca. Eran más de las 13 y estaba por comenzar la reunión clave entre el Gobierno y la CGT por la reforma delimpuesto a las ganancias.
Casi tres horas después, y más allá de algunos chispazos entre funcionarios y sindicalistas, el resultado fue el esperado por la Casa Rosada. La alegría oficialista, que en algunos casos bordeaba la euforia, tenía razones concretas: los gremios y el Gobierno acordaron ayer las bases de un nuevo proyecto para el pago del impuesto, que sube el mínimo no imponible a $37.000 para empleados casados con dos hijos y a $ 27.941 para solteros.
Además, modifica las escalas de manera proporcional, establece un sistema de actualización anual del índice a partir del índice salarial Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), y excluye de la carga a adicionales como las horas extra, viáticos, feriados y aguinaldos.
Con este nuevo borrador, en el que trabajan el ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay y el diputado Luciano Laspina, el Gobierno recibirá hoy, a las 11, a los gobernadores en Casa Rosada (no se descarta un saludo del presidente Mauricio Macri) y completará la ronda de consultas en el Congreso, a las 16, con los jefes de bloques legislativos de la oposición. La idea es una aprobación en tiempo récord: mañana se debatirá en el Senado y el jueves en la Cámara de Diputados.
El clima inicial para la reunión no era, precisamente, el mejor. Con el objetivo de «presionar un poco» al Gobierno, tal como afirmó el titular de la UTA, Roberto Fernández, el país amaneció sin servicio de trenes, subterráneos, aviones ni colectivos.
«No entendemos el motivo del paro de transporte, estamos en plena negociación», les dijo Frigerio a los sindicalistas presentes en el Ministerio de Trabajo. Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, el flamante triunvirato de la CGT unificada, lo escucharon serios, al igual que Gerardo Martínez (Uocra), José Lingeri (Obras Sanitarias) y Andrés Rodríguez (UPCN). Junto a Frigerio y Triaca, participó de la reunión el coordinador Mario Quintana, hombre cercano al jefe de gabinete Marcos Peña.