Al momento de la votación, la oposición estalló en el recinto por la resolución que modificó el cálculo de actualización de las jubilaciones. De todos modos, Cambiemos consiguió aprobar el proyecto con 88 votos contra 22, y Mauricio Macri se comprometió ante el oficialismo a dar marcha atrás. La ira de Carrió.
(Parlamentario) La sorpresiva resolución de la ANSES que modificó el cálculo de actualización de la movilidad jubilatoria puso a la reforma de la Ley de Riesgos de Trabajo al borde del fracaso. La oposición estalló en el recinto tras conocerse la decisión del director del órgano, Emilio Basavilbaso, y puso en peligro la votación del proyecto, que finalmente resultó positiva.
Tras la difusión de la medida, esta tarde, el enojo fue en ascenso y se transmitió de bancada en bancada. Como resultado, el Frente Renovador de Sergio Massa y el bloque Justicialista de Diego Bossio y Oscar Romero anunciaron que se abstendrían de votar la ley de ART, mientras el jefe del Pro, Nicolás Massot, corría entre las bancas en desesperación por el número.
Los diputados del Frente para la Victoria-PJ, liderados por Héctor Recalde, tomaron otra decisión: a sabiendas de que con sus votos en contra no alcanzaba –les faltaba casi una decena-, se pararon de sus bancas y, a los gritos, instaron al resto de los bloques a hacer lo mismo. “¡Si la oposición se levanta se cae la ley!”, alentaba Adrián Grana, desde uno de los vértices del recinto.
Las abstenciones del FR y el BJ fueron 44, pero no alcanzó: Cambiemos reunió 88 votos afirmativos y ese número le bastó para sancionar la ley, dado que los rechazos fueron apenas 22, del progresismo, la izquierda y el Movimiento Evita. En las bancas oficialistas se respiró un alivio instantáneo.
Las acusaciones cruzadas en los pasillos no tardaron en llegar. Massa, quien no se pronunció en el recinto, acusó al FpV-PJ de haber garantizado con su ausencia el triunfo de Cambiemos. “Los salvó el kirchnerismo, es increíble”, manifestaba, atónito. Pero la respuesta del kirchnerismo fue otra: “Esta ley se votaba con el culo, no con la mano”, graficó, sin vueltas, la secretaria parlamentaria del bloque, Teresa García.
En un clima de desconcierto total, los líderes del oficialismo -el macrista Massot, el radical Mario Negri y el “lilito” Fernando Sánchez- reaccionaron con un llamado telefónico inmediato al propio presidente Mauricio Macri, quien se comprometió a dejar sin efecto la resolución.
De hacerlo, el Gobierno evitará una verdadera tormenta. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, rompió el silencio en los pasillos de Diputados y formuló a los gritos su amenaza: “¡Si no dan de baja la resolución, le pido la renuncia a Basavilbaso o a quien sea! ¡Que aprendan las reglas de la ética, la puta que los parió!”, bramó, mientras se dirigía a la salida.
Carrió no fue la única en plantarse. Rápido de reflejos, Massa también anunció a la prensa que este jueves presentaría junto a Margarita Stolbizer una medida cautelar para frenar la determinación de la ANSeS. De dar marcha atrás el Gobierno, las advertencias quedarán en palabras, pero no dejarán de ser un mal trago.
“El mismo día que tratamos el ‘choreo’ del Correo nos vienen con esto”, se sorprendía Massa. Y es que Cambiemos había conseguido el apoyo de su bloque y el de Bossio. La sesión no tenía por qué peligrar: los sucesivos planteos por el acuerdo del Correo habían quedado atrás, y sólo restaba el paso final.
Quien advirtió sobre la noticia de la ANSES en el recinto fue la jefa del bloque massista, Graciela Camaño. “No vamos a tolerar que este tema sea modificado por decreto”, sentenció. De inmediato se le sumaron Bossio y Héctor Daer, triunviro de la CGT, quien también había garantizado su apoyo al proyecto de ART. “A esto no se animó nadie. No pueden gobernar así”, disparó.
¿Cómo consiguió entonces Cambiemos sancionar la ley? Con todos sus votos propios, el Frente Cívico por Santiago y aliados como el exintendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, el salteño Alfredo Olmedo y el exgobernador puntano Claudio Poggi. El Movimiento Popular Neuquino y el Frente de la Concordia misionero se abstuvieron, mientras que el sindicalista de los peajes Facundo Moyano cumplió su palabra y se pronunció por la negativa. Carrió no votó.