El primer paro general contra la política económica de Mauricio Macri se cumple con alto nivel de acatamiento en todo el país. No circulan los transportes y casi no hay actividad en la calle. Desde la central sindical advirtieron que el Gobierno debe tomar nota y cambiar el rumbo. Hubo represión en Panamericana.
“El paro es contundente”, analizó Héctor Daer, integrante del triunvirato que conduce la CGT, en el primer análisis sindical de la medida de fuerza convocada por esa central obrera. La primera huelga general contra el gobierno de Mauricio Macri, quien hoy eligió mostrarse con empresarios y banqueros, cuenta con la adhesión de las dos CTA y de los movimientos sociales y se cumple con un masivo acatamiento en todo el país. Los transportes no circulan y hay muy poca actividad en la calle. A primera hora, agrupaciones y sectores sindicales de izquierda realizaron piquetes en distintos accesos a la Ciudad de Buenos Aires y avenidas porteñas en medio de fuertes operativos de seguridad. La orden del Gobierno fue desalojarlos y en Panamericana y 197, donde fueron cortados todos los carriles hacia la Capital Federal, la Gendarmería reprimió con gas pimienta.
El análisis de Daer fue refrendado por el conjunto de la dirigencia de la CGT. “Contundente” fue también el calificativo con el que se refirió a la huelga el secretario de Prensa de la central sindical, Jorge Sola, en la conferencia de prensa que brindó poco después de las 11 de la mañana para hablar de la marcha de la medida de fuerza. El dirigente del sindicato del Seguro estuvo acompañado por el camionero Pablo Moyano y el canillita Omar Plaini. A las 15 está prevista una nueva presentación ante los medios. Entonces aparecerán en escena Daer junto a Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, los integrantes del triunvirato que conduce la CGT.
Solá destacó la masividad de la huelga. “Las calles vacías en las principales ciudades del país”, señaló y sostuvo que se trata de una “jornada de lucha contra una política económica que no contiene a los trabajadores y está pegando fuertemente en su poder adquisitivo”. Explicó también que “la protesta tiene como objetivo llamar la atención para que el Gobierno cambie” el rumbo.
Desde la CGT repudiaron la represión al piquete en la Panamericana, pero se despegaron de esas protestas. “Es una medida que no compartimos”, aclaró Sola, quien remarcó que el paro “es contundente aún sin los piquetes”. En el mismo tono crítico a la modalidad elegida por la izquierda, Moyano apuntó que el Gobierno reprimió a los manifestantes “envalentonado por la movilización del sábado que pedía palos para la gente”.
En el mismo momento en que la dirigencia de la CGT le reclamaba un cambio de rumbo, Macri lo ratificaba ante empresarios y banqueros en el Hotel Hilton. El Presidente acudió allí a una reunión del Foro Económico Mundial para América Latina. Integrantes de organizaciones sociales intentaron manifestarse en el lugar pero fueron retenidos en las vallas montadas por las fuerzas de seguridad, con gran número de efectivos, a más de doscientos metros.
“El Gobierno debe tomar nota de la contundencia del paro”, afirmó Moyano. Advirtió que si no lo hace, el conflicto “se va a ir profundizando” y recordó la quita de las retenciones para graficar la elección de Macri en favor de los sectores concentrados de la economía. “Queda claro que sólo gobierna para un pequeño sector que es el que sigue ganando”, añadió Moyano.
Sola reiteró la disposición de la CGT al diálogo y señaló que “los trabajadores somos parte de la solución y no del problema, como algún sector del Gobierno cree”. También le reclamó al empresariado que “deje de mirarse el ombligo y de hacer mezquindades”, tras recordar su incumplimiento del compromiso de no despedir trabajadores.
