El secretario de Cultura Gabriel Gregoire respondió a nota remitida por el Frente Ciudadano Pampeano
En el marco de la nota presentada por el Frente Ciudadano a la Secretaria de Educación, Cultura, Turismo y Empleo de la Municipalidad de Santa Rosa, solicitando no autorizar la utilización de la sala del Teatro Español para la presentación del espectáculo encabezado por el conductor radial Baby Etchecopar en el mes de mayo, el Secretario Gabriel Gregoire formuló mediante nota la siguiente respuesta:
“Respecto a vuestra nota del día de la fecha, manifestando disconformidad y repudio por la presentación que tiene programada Baby Etchecopar en el Teatro Español, les informo que el espectáculo no está organizado ni auspiciado por la Municipalidad, sino por un productor local. En segundo lugar, el objetivo de prestar la sala no es el de recaudar, ya que la mayoría de las veces es el propio municipio el que debe afrontar parte de los gastos que demanda el uso de la misma, debido a que el porcentaje de borderau recaudado rara vez alcanza para cubrir los gastos. El principal objetivo del uso de la sala es el de ofrecer la mayor diversidad de espectáculos públicos, tanto en lo que se refiere a las disciplinas artísticas, como a las estéticas y orientaciones ideológicas, a fin de que los vecinos de Santa Rosa puedan valorar las diferentes expresiones.
Por otro lado, más allá de que comparto plenamente el repudio a las manifestaciones a las que hacen referencia en la nota, considero inaceptable en el marco de una sociedad democrática censurar previamente a cualquier ciudadano por sus expresiones anteriores, y más si sobre éste no existe ningún tipo de procesamiento por parte de la justicia, como sí existe en el caso de Gustavo Cordera al que hacen referencia.
Entiendo que al ser la vuestra una organización política, con esta presentación busquen producir un hecho de visibilidad política. En esta situación, tanto la censura como la habilitación al desarrollo de la presentación de Etchecopar, provocará el apoyo o el repudio de diferentes sectores, según acuerden ideológicamente o no con el mismo. Pero la definición que nos están reclamando tiene implicancias más trascendentes.
Uno podría imaginarse que, durante la puesta en escena en el Teatro Español, este personaje incluirá referencias denigrantes y descalificadoras respecto a vecinos, mujeres, conciudadanos que tienen una posición política que él no comparte. Por otro lado, la libertad de expresión es uno de los pilares sobre los que se asienta nuestro sistema republicano. Sí es necesario reprimir las expresiones que violenten la ley, pero para ello, primero deben ser expresadas; si así no fuera, correríamos el riesgo de caer en una dictadura, dónde los únicos que tendrían voz serían aquellos que creemos no se van a expresar más allá de lo que un grupo, que podríamos considerar mayoritario y legítimo, considera aceptable.
Esta situación lo único que produciría es legitimar una hegemonía, invisibilizando las voces disidentes y discordantes y anulando la política. Se ocultaría el conflicto debajo de la mesa, habilitando al Estado para tomar medidas propias de una sociedad totalitaria. Michel Apple manifiesta que la mayor contribución de Karl Marx para la comprensión de la sociedad ha sido poner en evidencia el conflicto interno como una de las fuentes primordiales del cambio y la innovación. El no permitir expresarse a quienes nos hacen sentir incómodos sólo provocaría esconder el debate ideológico, que como plantea Gramsci debe ser un campo de batalla, una lucha continua, el terreno donde se enfrenten distintos principios.
Por esta razón, no corresponde al municipio la censura previa del evento”, comunicó el Secretario Gregoire, remitiendo copia de su respuesta formal.