El presidente de FESPROSA, Jorge Yabkowski, alertó sobre los daños al medio ambiente, producto de cultivos intensivos, megaminería y fracking. “Hay que impulsar políticas públicas que fomenten la agroecología, las energías renovables e interpelar a la clase política a que termine con la hipocresía”.
“Esta es una organizada por SITRASAP, el gremio de base en La Pampa, la FESPROSA, organización que nuclea a 30.000 profesionales y trabajadores de la salud, junto con organizaciones sociales y ambientales, para poner en agenda el desastre que está dejando en Argentina y América Latina la política extractivista.
“Estamos asistiendo a una revolución tecnológica en donde se fuerza al suelo y al ambiente a dar una cantidad de producción sobre una base que destruye el suelo, la cordillera, provoca enfermedad y muerte y provoca el cambio climático, inundaciones por impermeabilización del suelo y estamos llegando al punto de desastre”, dijo.
“Todavía, la clase política está sometida a este modelo, fascinada con los dólares que le deja y no toma ningún tipo de medida de control para frenar esta situación. El objetivo de la jornada es exponer cual es la verdadera situación y a partir de eso, plantear estrategias de resistencia y cambio”, dijo.
—¿Cómo trabajadores de la salud han encontrado las consecuencias en centros asistenciales?
—Por supuesto. Por un lado, tenemos la intoxicación aguda. En Mar del Plata hay un programa que mnonitorea la intoxicación aguda en la población. Luego hay una intoxicación crónica. La investigación demuestra que el 70% de la población urbana tiene glifosato en orina.
Yabkowski dijo que han aumentado los casos de cáncer en las zonas sojeras. “La OMS ha plantado en marzo de 2015 que el glifosato es carcinogenético y sin embargo, Monsanto dice que es agua bendita y no hay resoluciones de las agendas de control para prohibir el glifosato, como estamos pidiendo.
“Las consecuencias en la salud son evidentes y también hay consecuencias en el suelo, con la presencia de cianuro y la destrucción del terreno, en situaciones graves y demostradas, que no tienen respuestas en las autoridades sanitarias ni gubernamentales en general”, agregó.
—¿Cuál es la alternativa? Porque es un problema de modelo de producción…
—Éste es el punto. Lo que uno tiene que decir es que si está subido a un auto que va a 100 kilómetros por hora hacia un precipicio y encontrar la manera de tirarse a la banquina, lo primero que hay que hacer es frenar el desastre. La Argentina consume 11 kilos por cabeza de glifosato, cuando consumía 1 litro y medio hace diez años.
Yabkowski dijo que hay posibilidades de hacerlo. “Contamos con 800.000 hectáreas agroecológicos que están demostrando que con trébol y otros cuidados, se logra el mismo rinde. Los agrotóxicos no son gratis. Estamos gastando de los 30.000 millones de dólares de producción unos 4.000 en agrotóxicos”, dijo.
“El productor cuando contrata ingenierios agroecológicos, formados fuera de la facultad, porque Monsanto ha coptado todas las facultades, empieza a hacer los rindes y estos son iguales o mejores, con agricultura sustentable”, dijo. “Por eso, el primer punto es hacer políticas públicas que fomenten la agroecología”, agregó.
“En referencia a la megaminería, obviamente que hay otra forma de explotar los minerales y tiene menos productividad. ¿Pero quién necesita las reservas de oro? Los bancos centrales en Canadá. Nosotros no necesitamos hacer pelota la cordillera para seguir viviendo, como pasa en Pascua Lama”, dijo.
“Y en cuánto al fracking, estamos destruyendo el suelo. ¿No tenemos posibilidad de energía eólica y otro tipo de energías alternativas? Lo fundamental es parar la pelota y decirle a la sociedad que la plata que circula, puede salir de otro lado y que esta manera de producir, nos lleva a un desastre”, indicó.
“Después se inunda La Pampa y preguntan por qué. Se ha imperbealizado el suelo y no es solo que faltan obras civiles, sino un gran debate social y que la clase política no se esconda detrás de Monsanto”, dijo.
—¿Qué responsabilidad tiene el Estado? Hay organismos como el INTA, con sus protocolos…
—Yo decía hoy que en el INTA se ha prohibido que los técnicos utilicen la palabra agrotóxico y utilicen agroquímicos. De los 35 controladores del SENASA de este tipo de actividades, 26 son de Monsanto. Hay una coptación por parte de las multinacionales. El estado está coptado por las multinacionales. Necesitamos un estado independiente y una ciencia digna que represente los intereses de la sociedad y para eso necesitamos decisiones políticas fuertes.
Yabkowski recordó que los proyectos megamineros sigien avanzando. “A Toronto fueron juntos los gobernadores del FpV y funcionarios de Cambiemos. El gobernador de La Rioja, de San Juan, con el secretario de Minería de Cambiemos, todos a pedir que vengan a dinamitar la cordillera”, criticó.
“Este Pacto Federal Minero que impulsan, con minería responsable y un cambio de imagen, es todo un verso para seguir haciendo pelota la cordillera. Hay que interpelar a la clase política y terminar con la hipocresía de decir algo cuando están en las bases para captar los votos y luego subir al poder y hacer exactamente lo que piden las empresas”, cerró.