Si bien el decreto fue publicado en el Boletín Oficial la semana pasada, según informó el Ministerio de Transporte de la Nación, por el momento solo tiene vigencia en las rutas nacionales. Aún resta esperar que las provincias y los municipios adhieran a la norma.
Esta medida, que era reclamada desde hacía tiempo por distintas ONG e instituciones, como la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), sigue los estándares internacionales que en muchos países del mundo rigen desde hace décadas (ver aparte).
Ajustarse a las nuevas normas implica la modificación de ciertos hábitos y formas de consumo: el desbaratamiento de numerosísimos grupos de pool escolar, la necesidad de elegir el modelo del auto en función de la cantidad de sillas que debe transportar y la resistencia de algunos chicos que se rebelan al uso de las sillas.