All Boys perdió en su visita a General Pico por 4 a 0 y quedó fuera del Torneo Provincial de Fútbol. La derrota del equipo auriazul fue a dichos de García Márquez, una “crónica de una muerte anunciada” . Había clasificado a cuartos de final de manera penosa y se despidió de la misma forma.
A partir de ahora será dable que los dirigentes analicen los pasos a seguir. Ya es hora de que tomen conciencia de que All Boys es demasiado grande para seguir transitando por la “pesadilla Santorelli”.
El DT llegado de Buenos Aires mostrando pergaminos de otra época nunca le encontró la vuelta al plantel. Es más, se fue desmembrando por las conductas del entrenador fuera de la cancha, su poco apego al trabajo, su falta de planificación táctica de los partidos y sus continuas “roscas” con jugadores e hinchas caracterizados. Todo ello hizo que su estadía en All Boys se fuera convirtiendo en un camino sin retorno. Muchos jugadores se fueron, otros aceptan por lo bajo que se irían con gusto y otros se van en mitad de los partidos haciéndose echar. Todo tiene raíz en el mismo motivo: no soportan al DT y menos sus manejos.
Así esta All Boys hoy, perdido y sin rumbo en lo futbolístico y en lo dirigencial. El regalo que la anterior Comisión les dejó, ya ha dejado de ser simpático para estar convirtiéndose en una pesadilla.
La última palabra la tiene la dirigencia pero la misma deberá no dejar dudas: es hora de que All Boys se despierte de la “pesadilla Santorelli”.