La intervención del ministro de Finanzas, Luis Caputo , en el Congreso terminó en escándalo y de manera abrupta, con el funcionario aprovechando los gritos de un grupo de diputados kirchneristas para retirarse de la comisión bicameral de seguimiento de la deuda.
El papel de la polémcia tenía la siguiente leyenda: «Mi hijos tiene 11 y 13 años, por favor no seas mala». Terminaba con el dibujo de una carita sonriente.
«El papelito me lo entregó el secretario del ministro. Me hace señas para que lo abra. No sé si es una amenaza, una cuestión machista, tilinga. Esto tiene que ver con cómo se manejó todo el tiempo, como si estuvieran jugando al rugby», denunció Cerruti a la prensa una vez levantada la reunión.
Cuando se produjo el escándalo, Caputo se encontraba respondiendo las preguntas que, durante casi cuatro horas, le habían formulado senadores y diputados que participaban de la reunión de la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda.