A casi un mes del golpe que recibió en el Monumental por la Copa Libertadores, Racing parece rehabilitado. La Superliga, el único torneo que juega, fue el ámbito en el que encontró el mejor tratamiento. Con buenas dosis de victorias, se recuperó. Lleva cinco consecutivas en el ámbito doméstico y mira a todos desde lo más alto de la cima, la que recuperó al ganarle a Unión en el Cilindro, luego de que Atlético Tucumán se la sacara transitoriamente.
Aquella dura derrota contra River parece haber quedado atrás. Mirar hacia adelante y enfocarse en la Superliga fue el objetivo que se pusieron en la parte celeste y blanca de Avellaneda. Y el equipo de Eduardo Coudet está aprovechando, ahora, no tener el desgaste de los otros equipos que juegan copas. Tal es así, le sacó seis puntos a River y a Boca, nueve a San Lorenzo y diez a Independiente (tiene un partido menos).
Luce más aplomado Racing. No se desespera. Parecen haber hecho efecto en los jugadores las palabras de Coudet acerca de qué debían aprender a jugar de otra manera también. Entonces, al no haber dinámica e intensidad, apeló a la paciencia.