A pocos días de que arranque la cumbre del G20, el Gobierno busca desactivar la violencia en las marchas contra la reunión de los presidentes de los 20 países más poderosos del mundo y quiere hacerlo a través de un diálogo abierto con el premio Nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel que oficia de mediador.
En una carta a Pérez Esquivel en su carácter de presidente del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), desde el ministerio que conduce Patricia Bullrich, se le pidió abrir un canal de «diálogo institucional de carácter formal y efectivo» para tratar los temas de la seguridad de las manifestaciones que se preparan «de manera conjunta».
Se señala que se busca con este diálogo dar «garantía constitucional de libertad de expresión» y refiere concretamente a las convocatorias para manifestar entre los días 28, 29 y 30 de noviembre efectuadas por el Grupo Confluencia Fuera G20-FMI.
El 30 de noviembre habrá una de las manifestación más masiva contra el G20 y el FMI en el Obelisco.