El Movimiento Popular Pampeano por los Derechos Humanos “acompaña a Fabricio Zarate, trabajador y militante social, quien fuera víctima, junto a su hija menor de edad, del uso abusivo de la fuerza por parte de agentes de la policía provincial. Es un caso más de las prácticas habituales policiales, que en esta oportunidad, ante una situación donde no existió delito, la fuerza interviene negándoles derechos fundamentales, como la libre circulación”.
“Quizá, como se suele decir en la jerga, ‘por portación de rostro. Y además violando las propias normativas actuando el agente sin placa identificatoria y negándose a identificarse verbalmente. Además haciendo un uso ineficiente del servicio de seguridad, ya que convoca a intervenir a 15 efectivos policiales en un hecho que no genera peligro alguno, desatendiendo de esta forma tareas más importantes”, indicaron.
“Y ante alguien como Fabricio, que conoce sus derechos y cuestiona sus procederes criminalizantes y estigmatizantes, los efectivos no están preparados para intervenir mediante el diálogo sino solo con el uso de la fuerza bruta, amparado en su poder de policía. Queremos poner de manifiesto ante la sociedad de que este tipo de accionar policial es una gran deuda de la democracia que se cobra año tras año numerosas víctimas, sobre todo de las clases populares a las que se les niegan sistemáticamente sus derechos”, señalan.
“Es necesario construir una nueva ley de seguridad ciudadana democrática, donde los efectivos cuiden y den seguridad a todas las personas. Alertamos que existe una práctica recurrente por parte de la institución policial, que usan hasta el hartazgo para justificar su accionar y justificarse luego de estos hechos”, dicen, y enumeran:
1) que actúan respondiendo a una supuesta denuncia anónima de un/a vecinola cuya descripción coincidía,
2) que el uso de la fuerza y su arresto es por resistencia a la autoridad, y
3) para su posterior liberación los intiman a firmar un acta donde deben autoincriminarse También queremos dejar en claro que el gobierno nacional actúa diferente con la población pero para peor: promueve el gatillo fácil, provee a las fuerzas de pistolas Taser torturantes, y no genera ninguna política que amplíe el acceso a los derechos de la población, sino todo lo contrario agudiza la desigualdad y la pobreza por cada día de gestión