LIVERPOOL HIZO HISTORIA: APLASTÓ AL BARCELONA Y ES FINALISTA#ChampionsxFOX – Fue 4-0 para el equipo inglés, que había perdido por tres goles en la ida. Una derrota que será difícil de olvidar para los de Messi.
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— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) 7 de mayo de 2019
Los ingleses revirtieron la desventaja de tres goles de la ida y golearon 4-0 a los de Valverde, que no pudieron contra sus viejos fantasmas.
Con los dobletes de Divock Origi y de Georginio Wijnaldum, el equipo inglés sorprendió al Barcelona de Messi y dio vuelta una serie que estaba 3 a 0. Los dirigidos por Jürgen Klopple asestaron un golpe que huele a papelón de los catalanes.
Para el Barcelona de Lionel Messi es la repetición de una película de terror. Lo mismo que sufrieron hace un año en Roma lo sufren en carne propia ahora en Inglaterra. La cara del crack argentino se parece a esas que se repitieron en instancias finales con la Selección. No tuvo reacción. Ni él ni el equipo.
Hasta que empezó a rodar la pelota, la esperanza de una remontada histórica de Liverpool tenía pocos argumentos de los que sostenerse. Y para colmo debía intentar la heroica sin sus dos principales delanteros, el brasileño Roberto Firmino y el egipcio Mohamed Salah.
Al contexto desfavorable había que sumarle a un Messi en estado de gracia, goleador de la actual edición con 12 tantos, dos de ellos en la primera semifinal, en la que el conjunto inglés logró controlarlo al menos durante 70 minutos, aunque la goleada final pareció desmentirlo.
Al Barcelona, en tanto, podían sobrevolarle los fantasmas de la Champions pasada, cuando la Roma lo eliminó con un sorprendente 3 a 0 en Italia que desactivó el 4 a 1 de los catalanes en la ida.
A la hora de la verdad el Liverpool hizo lo esperable. Y Barcelona supo soportar el sofocón. Fueron 15 minutos de furia de los de Jürgen Klopp, que salieron a arrinconar a los españoles y forzaron errores en su habitual salida desde el fondo. Fue así que a los 6 minutos Jordi Alba falló en un pase de los que nunca falla y Henderson lanzado en ataque interceptó el toque y se filtró al área. El capitán definió al palo derecho, Ter Stegen alcanzó a sacarla pero llegó Divock Origi y la empujó al gol.
Y fue la descarga, Fue el puño apretado para confiar en lo que parecía una utopía. El equipo de Valverde estaba en desventaja por primera vez en toda la Champions.
Desde ese gol de Origi se armó un partidazo. Porque Barcelona no sabe hacer otra cosa que manejar la pelota y atacar. Y lo hizo. Y llegó a fondo. Tres chances de gol tuvo Messi, pero en la primera demoró tras un pase incómodo de Jordi Alba que debió patear al arco; y en las otras dos la pelota se fue besando el poste derecho de Alisson.
También sacó su libreto de asistidor el argentino. Invitó al gol a Jordi Alba y Suárez en el primer tiempo y nuevamente al uruguayo en el inicio del complemento, pero siempre aparecieron las manos del arquero brasileño para bajar la persiana.
Para el segundo tiempo, Klopp mandó a la cancha a Georginio Wijnaldum, un holandés de 28 años que juega de mediocampista de contención pero que fue el mejor 9 para los ingleses.
Y en dos minutos se armó el torbellino, explotó la bomba. Un remate potente a la carrera y un cabezazo sobrio. Dos cachetazos para la Barcelona que lo hacían vivir en el pasado de la noche de pesadillas en Roma del año pasado.
Y si de pesadillas se trata, los del Liverpool están cada vez más despiertos mientras los españoles lucían aturdidos como nunca.
El cuarto gol, el que le dio una pátina de gloria a una goleada para el recuerdo, fue el mejor ejemplo: Trent Alexander-Arnold convirtió un córner en un pase de gol sensacional, cargado de engaño, de potrero. Aprovechando al máximo la siesta de los defensores del Barsa. Origi coronó en el área un gol que se repetirá hasta el hartazgo.