Los pibes argentinos llegaron a Polonia con el peso de los antecedentes. La Selección Sub 20 es hexacampeón de la categoría. Y con la camiseta celeste y blanca se les abrieron las puertas de la gloria juvenil a Juan Román Riquelme y Pablo Aimar en los noventa; a Lionel Messi, en los albores del nuevo milenio. No hay cracks en este equipo que conduce Fernando Batista, pero sí un conjunto convencido de la idea que no negocia la actitud.
El triunfo ante Portugal, entonces, toma relieve no sólo porque se trata del campeón europeo. También, porque el camino a los octavos de final está allanado. Argentina se clasificó con dos triunfos y el sello de la contundencia. Había vencido 5 a 2 a Sudáfrica en el debut y derrotó a los lusitanos en un partido muy bravo.