En medio del escándalo por la Operación Puf, la supuestaconspiración de ex funcionarios y simpatizantes kirchneristas presos con funcionarios judiciales y periodistas para dañar la investigación de los cuadernos de las coimas, el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla citó a indagatoria al periodista de Clarín Daniel Santoro. El magistrado lo acusa de haber participado de la red de extorsiones y espionaje ilegal por la cual está preso el falso abogado Marcelo D’Alessio. Santoro deberá presentarse en Dolores el 25 de junio a las 11.
«Se ha corroborado prima facie no sólo el vínculo de conocimiento y confianza que mantenía con Marcelo D´Alessio, sino su participación y su aporte en las actividades ilegales que llevaba adelante la organización delictiva investigada», dice la resolución firmada este lunes.
Sin embargo, para argumentar esa información, Ramos Padilla invierte los términos: «Marcelo D’Alessio y la organización de la que participaba utilizaban su relación con Daniel Santoro para amedrentar y extorsionar a sus víctimas y las intimidaba con publicaciones periodísticas -que en algunas ocasiones se concretaban- y tenían como fin impactar en la conducta de alguna persona», explica, dejando en claro quién «utilizaba» a quién.
En un escrito referido a la decisión del juez, Santoro escribió: «Niego terminantemente haber participado de actividades de espionaje ilegal. Mi llamado a indagatoria supone un paso hacia la criminalización del ejercicio del periodismo por una maniobra de ex funcionarios y empresarios K».
«Lamento que la jurisdicción de Dolores se haya hecho eco de una maniobra que busca callar mis investigaciones sobre corrupción. Ya se había empezado a investigar mi teléfono celular, pese a fallos de la cámara federal porteña que había incluido las comunicaciones del periodista dentro del secreto profesional consagrado por la Constitución Nacional, lo que significa otra violación de mis derechos», aseguró el periodista de Clarín.
El juez también justifica su citación en la existencia de un documento hallado en la computadora de D’Alessio, en el que «se señala también la realización conjunta de un libro ‘donde se describirán las maniobras relacionadas con la importación y distribución de Gas Oil 500ppm realizada por Earsa’. La finalidad buscada por esa publicación también se explicita en ese documento», sigue Ramos Padilla en su escrito: “a partir de la publicación -del libro- entendemos que un Juzgado Federal deberá citar al autor y sus fuentes que colaboraron en ‘on’ para avanzar en una investigación sobre el mayor desfalco de la historia Argentina’.»
«Allí también se refiere -D’Alessio, en el documento secuestrado por la justicia en su computadora- que la fuente de información provendría de haber estado ‘un año y medio infiltrado en Enarsa’ y obtenido ‘material informático de la empresa’”. El texto judicial no incorpora algunos datos importantes: D’Alessio no estuvo infiltrado por nadie sino que había sido designado en esa empresa de energía estatal como director durante el kirchnerismo, y la causa por corrupción en la compra de gas licuado avanzó en la justicia con procesamientos y pruebas antes y después de la publicación del libro de Santoro, El Mecanismo, cuyo contenido viene siendo confirmado en los tribunales.
