Este miércoles en la UNLPam quedó formalmente inaugurado el Congreso Nacional de Literaturas de la Argentina. La escritora e investigadora docente, Nilda Redondo, brindó detalles de las actividades que se realizarán durante tres días en Santa Rosa y Toay.
“Esta es la vigésima edición de un Congreso que se realiza cada dos años, con sedes en distintos lugares de nuestro país, ya que una de las características de este congreso es el federalismo y en el último que se realizó en Formosa, se resolvió que la sede fuera La Pampa”, dijo.
“Este Congreso está impulsado por las cátedras de Literatura Argentina de las universidades nacionales públicas de todo el país y cuenta con una gran participación estudiantil. Los estudiantes de Letras de la UNLPam colaboraron muchísimo en la realización de este Congreso que también contará con delegaciones de estudiantes de San Luis, del Comahue, de la Universidad de General Sarmiento, entre otras”, afirmó Redondo.
Consultada sobre si el Congreso está vinculado a una actividad especial, Redondo dijo que “el lema está vinculado con la idea de la frontera, pensada desde el punto de vista de recordar esa frontera del siglo XIX, una frontera ancha con el mestizaje que tenemos y luego se convirtió en muy delgada y que significó la avanzada de los blancos en el territorio indígena”.
“Además, al hablar de fronteras pensamos en romper aquella que convirtieron a la literatura en un objeto purista y volver a mezclar la literatura con la política, el género, los cuerpos, el arte, las normalizaciones respecto de los cuerpos y sexualidades. Por eso la palabra frontera tiene una múltiple significación en este congreso”, agregó.
“Este Congreso Nacional de Literaturas de la Argentina hace referencia a la homogeneidad de la composición de la literatura en el país, la multiplicidad desde el punto de vista de género, étnico, territorial, desde el punto de vista de las subjetividades mismas, con todo lo que tiene que ver con la literatura y la lengua, la permanente necesidad de traducción, de interpretación que hacemos nosotros para tener más cercanas las comprensiones de las cosas”, dijo.
—¿Qué pensás del lenguaje inclusivo en la literatura?
—Es una de las temáticas que están abordadas en género y disidencia de género. Son estudios que se hacen desde hace mucho, con la necesidad de nombrar a la mujer. Por eso se harán encuentros de escritoras, que tienen en cuenta la disidencia, la marginalidad, la multiplicidad de fronteras que queremos transgredir o analizar las problemáticas, debido a cerrazones de distintos esquemas.
—Para quienes leemos, la inclusión de le o les, le quitaría estética a la literatura?
—No sabemos cómo se estabilizará. Hay una multiplicidad de propuestas en este momento, pero lo importante es que contenga, la belleza no es un elemento a priori, ni tiene que ver con lo que legisla la Real Academia, no es eso una problemática para nosotros.
—Esta discusión ha atravesado a quienes escriben, ¿el escritor debe pensar en las formas, contar lo que pasa?
—Una cosa no está separada de la otra. A nivel personal, me pareció que ilumina este tema Juan Gelman, que dice que uno habla de lo que se corresponde entre la subjetividad, cómo lo estás percibiendo, y lo que sucede en la realidad y eso es múltiple, abarca todas las temáticas y no es excluyente.