Alberto Fernández llegó al almuerzo de la Fundación Mediterránea pasadas las 13.30 del jueves y fue recibido por los 500 empresarios y dirigentes políticos presentes allí.
A los pocos minutos, Fernández subió al escenario y comenzó recordando a Carlos Sánchez, presidente del Ieral.
Fernández dijo que la salida de la deuda podría tomar el modelo de Uruguay, que extendió plazos para pagar.
«La salida puede ser diferir las obligaciones, ganar tiempo, no hacer una quita. De tal manera que la curva de exigencias de 2022 y de 2023 suba pero de modo más amesetado y que nos permita a nosotros crecer», explicó.
Dijo que el diagnóstico de Marcelo Capello –que había hablado antes– había sido «muy bueno» y comenzó a referirse al endeudamiento argentino.
«La deuda es un condicionante enorme», dijo Fernández. «Y cuesta entender cómo nos pasó».
«Ha sido magnífico cómo nos endeudaron», ironizó el candidato del Frente de Todos. Acto seguido, dijo que repetir la experiencia de 2005 «es imposible» porque los casos de deuda son diferentes.
«Pasamos a la historia porque le pagamos todo al Fondo», recordó. «Nosotros le pagamos 9.800 millones de dólares al FMI. Toda la deuda. Hoy debemos más de 57 mil millones. Y eso pasó en sólo un año… Increíble lo que pasó», enfatizó Fernández.
El candidato del PJ aclaró que «nunca se plantearon pararse frente a la deuda y decir que no iban a pagar». Tampoco, agregó, que habría «una quita». Entonces, afirmó que para conseguir dólares no hay otro camino que exportar.