Inmersos en el declive general para las cotizaciones de activos financieros, los bonos públicos argentinos son hoy uno de los títulos menos buscados por los inversores globales. Este viernes el Dow Jones de Wall Street baja 2%, en otra rueda aciaga, en la que el referente de las bolsas de Nueva York “testeará” en los 25.000 puntos nuevos mínimos desde junio de 2019.
Como consecuencia de la caída de los precios de los bonos emergentes, las emisiones argentinas ofrecen paridades de 40% que revelan el cálculo de una fuerte quita en una eventual reestructuración de la deuda pública. Con el reperfilamiento que abarca tanto a los títulos en dólares como en pesos, los mercado internacionales, ávidos por activos de cobertura debido al avance del coronavirus, consideran a estos activos con valores de default.
Además del escenario negativo que atraviesa la economía argentina hace dos años, los mercados argentinos no quedan exentos de los temores financieros a escala global. Las bolsas internacionales no consiguieron consolidar una recuperación de corto plazo aún con el contundente estímulo que significó el recorte en la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
El momentum para que el Gobierno de Alberto Fernández alcance un acuerdo amigable con acreedores no es el adecuado. Los funcionarios argentinos mantienen reuniones técnicas con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y tenedores privados, entre ellos grandes fondos que pujan por proteger sus beneficios en medio de la debacle general, cuando se anticipa una reestructuración de deuda soberana por más de USD 100.000 millones.