Político y empresario pampeano, ex director del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Si continuamos aplicando las mismas recetas, seguiremos teniendo los mismos problemas. El IPAV (Instituto de la Vivienda Provincial) ha sido una solución ineficiente, ya que no ha logrado erradicar el problema.
En los últimos días visité 2 veces uno de los asentamientos que hay en la ciudad de Santa Rosa. Pude comprobar el nivel de precariedad y necesidad que padece esa gente que hoy ocupa esos terrenos.
Podríamos debatir sobre la legalidad de la ocupación, pero sería negar un problema que existe y al que se debe encontrar una solución.
¿Por qué en La Pampa hay tanta gente que no tiene dónde vivir? En la ciudad de Santa Rosa hay 3 asentamientos con condiciones alarmantes, donde vive gente que no puede acceder a un alquiler ni mucho menos a comprar una casa. Esta gente vive actualmente sin gas, sin agua corriente y sin electricidad. En algunos casos ellos mismos abren calles y diagraman terrenos.
Las viviendas en estos asentamientos van desde las más precarias chozas de chapas y lonas, pasando por algunas de placas de madera, y unas pocas con paredes de material. El costo de las más sofisticadas prefabricadas en madera es de $160,000 pesos.
En Argentina la inestabilidad económica no permite que los trabajadores accedan a créditos bancarios. La gente de menores recursos no tiene alternativa que ir construyendo sus viviendas a medida que van teniendo algún excedente en sus ingresos. Comprar el terreno es casi un imposible.
En este contexto, el Consejo Deliberante de Santa Rosa aprobó el año pasado una Ordenanza Publica que faculta al intendente a lotear y vender terrenos que pertenecen a la municipalidad (ordenanza Nº 5665/2017). Algunos de esos terrenos son los que actualmente se encuentran ocupados ilegalmente en los llamados “asentamientos”, por lo que considero que no puede encontrarse una oposición de parte de nadie a cumplir con dicha ordenanza, mediante la cual el intendente de la ciudad debería lotear y vender en cuotas esos terrenos a sus ocupantes.
IPAV – Una propuesta
El gobernador días atrás ha dicho que destinará 3 mil millones de pesos a la construcción de mil viviendas a través del instituto provincial de la vivienda. Nótese que esto implica un costo por vivienda terminada de 3 millones de pesos (60m2 por vivienda). Este es un costo demasiado alto ya que es superior al de una vivienda particular de buena calidad. Se supone que hacer viviendas sociales a gran escala implicaría costos muy inferiores a los de la construcción privada.
Pero además, en una provincia con un déficit habitacional alarmante, solo mil viviendas no soluciona el problema. ¿no sería más adecuado, dadas las circunstancias, dedicar una parte de esa inversión a darles préstamos directamente a la gente, para que cada uno, con su esfuerzo personal, construya su propia vivienda? Con un crédito de $500 mil pesos por familia se lograría el cometido, y se construirían 6 veces más cantidad de casas que con idéntico monto en manos del IPAV.
Para pensarlo.