El partido del día fue el que definió uno de los boletos a octavos de final de la Copa Sudamericana, el segundo torneo de clubes en importancia de América. Lanús había ganado 3-2 la ida ante San Pablo, pero el encuentro de vuelta en Brasil tuvo más goles.
La visita arrancó mejor y comenzó ganando por un golazo de tiro libre de Pedro De La Vega sobre los 16′. Los dirigidos por Luis Zubeldía no salieron a especular y tuvieron premio con el tanto del delantero de apenas 18 años.
Sin embargo, el local se repuso rápidamente y llegó al empate a los 26′ con un cabezazo de Dani Alves. El ex lateral del Barcelona, devenido en mediocampista, sorprendió a todos por la vía aérea, situación que ninguno de los dos equipos pudo contener en todo el partido.
Pero Lanús tenía más para decir. Contuvo como pudo el ataque brasileño y no resignó el suyo. Fue por eso que llegó al segundo mediante el defensor Brian Aguirre cerca del cierre de la primera parte.
San Pablo se fue al vestuario con un resultado inesperado en contra y el entrenador Fernando Diniz Silva metió mano en el equipo para revertir la situación adversa. El ingreso de Pablo le dio rédito, ya que el delantero anotó el 2-2 sobre los 17′ del complemento.
Lanús se metió atrás con poca convicción. Entre el conjunto tricolor y el instinto de conservación, el Granate quedó colgado del travesaño en casi todo el segundo tiempo. Pero no le dio buenos dividendos porque cerca del final no pudo aguantar más y el local pasó al frente. Nicolás Thaller en contra a los 42 y Gabriel Sara a los 45′ parecieron sentenciar la historia en favor de San Pablo. Luego del 4-2 hubo momentos de tensión pero el árbitro manejó la tensión y adicionó 6 minutos.
Después de sacar del medio, Lanús entró en la zona del »como sea». Su rival mostró las mismas debilidades defensivas que le habían permitido pasar al frente. El ingresado Lautaro Acosta tuvo lucidez para asistir a Nicolás Orsini y éste definió en la soledad del área, mientras los defensores de San Pablo miraban atónitos en el minuto 48.
