La audiencia pública fue presidida por la interventora del ENRE, María Soledad Manín, y comenzó a las 8.08 con una breve intervención del secretario de Energía, Darío Martínez, quien planteó como premisa el «compromiso» del Gobierno para que «los aumentos tarifarios siempre sean inferiores a la evolución de los salarios».
Positino señaló en su exposición que en 2021, en un contexto de crecimiento de la demanda y la generación, hubo una emergencia hídrica caracterizada por la bajante más aguda del caudal del río Paraná en 77 años.
En consecuencia, la generación de energía hidroeléctrica cayó 17,1% y debió recurrirse a una mayor generación térmica (con un mayor consumo de combustibles, que en el caso del gasoil creció un 137%) y, en menor medida, por energías renovables.
«Por estas circunstancias se prevé que los costos aumenten en 2022 respecto de 2021», advirtió el funcionario.
Asimismo, puntualizó que si los subsidios a la energía eléctrica aumentaron en 2021 fue «principalmente por los costos de generación, debido a la devaluación y el precio de los combustibles», que representaron un valor adicional de $ 394.326 millones.
En ese sentido, indicó que para afrontar esos mayores costos «las 17 distribuidoras más grandes del país aumentaron en 2021 sus tarifas en un promedio del 23%».
Por otra parte, Positino aseguró que si en febrero de 2021 se hubiera otorgado un incremento del 40% en la tarifa final de los usuarios «los subsidios habrían disminuido un 16%».