Promover la unidad en la diversidad fue una de las metas que se fijaron este martes los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Buenos Aires para la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en la que varios de los mandatarios pidieron acciones concretas que reflejen la integración de la región.
«Afirmamos el compromiso de los miembros de la Celac para avanzar con determinación en el proceso de integración, promoviendo la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural de nuestros pueblos», dice el texto de la Declaración de Buenos Aires, dado a conocer al cierre del encuentro, en el que estuvieron presentes representantes de los 33 países de la región y que estuvo marcado por la vuelta al foro de Brasil con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
«Ahora estamos con una Celac completa, con Brasil, y la oportunidad de unir a la región es un imperativo que se nos impone y tenemos que lograrlo», dijo el presidente Alberto Fernández en su discurso de apertura de la cumbre, en el que subrayó que «llegó la hora de hacer que la región defienda los mismos intereses» y pidió «encarar un proceso» que lleve «hacia la igualdad y la justicia social».
«Sentimos que hemos llevado la voz de América Latina a todos los rincones del mundo», aseguró el mandatario argentino, que cerró este martes el año en el que ostentó la presidencia pro témpore de la Celac, que fue traspasada a San Vicente y las Granadinas, a través de su primer ministro Ralph Gonsalves.
Lula, por su parte, recordó que en su primer pronunciamiento tras las elecciones de octubre pasado ya había anticipado la vuelta de su país al mundo, después del aislamiento al que lo había sometido su antecesor Jair Bolsonaro, que hace tres años decidió sacar a Brasil del mecanismo regional. «Nada más natural que comenzar ese camino de regreso a través de la Celac», apuntó.
El mandatario agradeció además a los que estuvieron «al lado de Brasil y de las instituciones brasileñas en los últimos días en repudio a los actos antidemocráticos», en referencia a los ataques golpistas a las sedes de los tres poderes en Brasilia por parte de seguidores de Bolsonaro.
En consonancia, la declaración firmada este martes por los líderes de la Celac señala el «firme compromiso con la preservación de los valores democráticos y con la vigencia plena e irrestricta de las instituciones y del Estado de Derecho en la región«. A la vez, expresa el «compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos».
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, destacó que el texto final incluyera ambos puntos y pidió no tener una «visión hemipléjica» de la defensa de la democracia, los derechos humanos y las instituciones «según el perfil ideológico».
«Se habla del respeto a la democracia, de los derechos humanos y del cuidado de las instituciones. Claramente, hay países acá, y ya fue dicho, que no respetan ni la democracia, ni las instituciones, ni los derechos humanos», señaló, en referencia a los Gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba.