En plena crisis, el Presidente decidió hacer un gesto a quienes criticaban que tras el contundente triunfo en las elecciones se había cerrado demasiado en su construcción política y por eso decidió volver a sentar en la mesa de decisiones a Emilio Monzó.
Lo que no está en discusión, al menos por ahora, es el modelo económico. Pese a que este martes el jefe de Gabinete Marcos Peña adelantó la idea del Gobierno de convocar a la oposición para «acelerar» la reducción del déficit fiscal, Mauricio Macri despejó dudas y les avisó a sus ministros que no habrá ajuste de shock: «Vamos a seguir haciendo gradualismo porque creemos en eso», aclaró.
En su intervención, Macri volvió a apuntar, otra vez, contra la gestión kirchnerista, al señalar que «en los últimos 12 años se profundizó el déficit fiscal» y que «casi se duplicó le gasto público». «El problema está en lo que gasta el Estado: 2 de cada 10 pesos que gastamos no los tenemos», cuestionó.
Para el jefe de Estado está claro que no hay recetas mágicas, pero tampoco margen para tomar decisiones abruptas. «El desfiladero es muy finito entre lo que pide la sociedad y lo que piden quienes nos prestan la plata», expuso.