Pese a la felicidad por la victoria 2-0 ante Cruzeiro, la noche no terminó siendo del todo feliz para el mundo Boca. Su arquero, Esteban Andrada, sufrió una fractura de mandíbula que lo mantendrá afuera de las canchas como máximo por dos meses por lo que se perderá el Superclásico del domingo.
La jugada desafortunada ocurrió cuando se jugaban 25 minutos del segundo tiempo. Dedé fue a la caza de un centro por izquierda enviado por Egidio y su cabeza terminó impactando sobre la boca del 1, quien había salido hasta el borde del área chica para rechazar la pelota.
El ex Lanús quedó tendido en el suelo y, pese al fuerte golpe, pudo terminar el partido. Sin embargo, abandonó la Bombonera en ambulancia y fue derivado al Sanatorio Mitre con sangre y cortes en su boca.