En la mañana de hoy se realizó una aplaudida de protesta contra la intención del gobierno provincial de fusionar cursos en la educación secundaria. Según la decisión adoptada, quedaría solo una sección de primer año por turno, lo que implicaría contar con una matrícula muy numerosa.
Integrantes de la comunidad educativa del colegio Colegio Secundario Madre Teresa de Calcuta, ubicado en Santiago Marzo al 300 de Santa Rosa, realizaron una protesta contra la decisión gubernamental.
La directora del establecimiento secundario María Teresa de Calcuta, Mariana Villalba, cuestionó la decisión de fusionar cursos. La medida afecta a 12 docentes que pasan a disponibilidad por seis meses y luego puede perder sus horas y quedarse sin trabajo.
Docentes del colegio secundario María Teresa de Calcuta criticaron la decisión de Educación de fusionar cursos y reducir a uno por turno la matrícula para primer años, afectando la calidad educativa y perjudicando a las y los docentes que pasan a disponibilidad y pueden perder sus trabajos.
La directora del establecimiento, Mariana Villalba, dijo que “nos citaron el jueves pasado, en la Dirección de Secundaria, para informarnos que iban a cerrar las segundas divisiones de los primeros años. La verdad es que estamos bastante sorprendidos porque la escuela recibe a chicos de Los Hornos, Villa Parque, Butaló I y II y Zona Quinta.”
“Además, en este momento, la matrícula de primer año es de 62 alumnos y ni siquiera han esperado a la instancia de inscripción, que se están haciendo para definir qué chicos van a quedar en el Colegio”, dijo.
“También, a los profesores presentes, les han propuesto una reubicación, pero llegaron a esas escuelas para reubicar sus horas y se encontraron con la sorpresa de que los horarios no les dan, acorde a las obligaciones que ya tienen y lo que va a terminar pasando es que quedan en disponibilidad, bajo el artículo 70, con la pérdida de fuentes de los chicos y vulneración total del derecho a la educación de los chicos”, dijo.
—¿Con cuántos chicos quedará el curso que queda?
—Según ellos debería tener un techo de 22 alumnos, pero esta escuela ha sido históricamente inclusiva, hasta para chicos que vienen de otros colegios, ya que no hay tantos derechos de admisión en cuanto a repitencia o problemas de disciplina.
Por eso, al ser una escuela inclusiva, esto nos sorprende mucho. Es una medida inconsulta y arbitraria.
—¿Esas divisiones estaban funcionando?
—Sí. Y surge también qué pasara en segundo y tercer año. Si este año cierran dos divisiones en primero, estimamos que estarán proyectando también cierres en divisiones superiores.
—¿Cuándo dice inconsulta es porque nadie se acercó a comunicarlo?
—Nos llamaron el jueves a mí y a otro grupo de docentes de los primeros años y yo me enteré en el mismo momento que los docentes.
—¿Cuál es el argumento que le dieron?
—Oxigenar la escuela. Pero una gran cantidad de chicos, no favorece la escolarización. Además tenemos muchos con trayectorias escolares diferenciadas, chicas con niños o con embarazos adolescentes. La idea no es amontonamiento de chicos, sino lo contrario.
— ¿Y qué vendría a ser oxigenar, entonces?
—Oxigenar y ordenar. Eso lo dijeron. Llevo ocho meses en la gestión como directora. Concursé y gané. Y elegí esta escuela justamente porque sé desde su problemática y soy docente en la escuela desde hace dieciséis años.
—¿La mayoría de chicos y chicas que estudian son de este barrio?
Vienen de Villa Parque, Butaló I y II y Zona Quinta. Incluso traen a los chicos de la escuela primaria del barrio Los Hornos.
—¿A cuántos docentes afecta la decisión?
—A doce.
—¿Qué implica que doce personas pasen a disponibilidad?
—Que si no logran reubicar sus horas, estarán seis meses esperando esa reubicación. Después pierden sus horas.