Se la bancó. Sufrió un poco cuando Cellerino dibujó una pirueta en el aire y puso el 1 a 0 para el Bolívar. Pero el posterior cabezazo salvador de Roger Martínez le puso justicia al resultado y también al destino: por lo hecho durante esta primera fase, es merecido que Racing haya avanzado a los octavos de final de la Copa. La Academia igualó en La Paz y ahora respira tranquilo… Se vuelve a Avellaneda con la clasificación en el bolsillo. Y pensando que en el próximo cruce tocaría -si se da la lógica- Atlético Mineiro, primero acá y la vuelta en Brasil.
De entrada quedaron en claro las posturas de uno y otro equipo. El Bolívar, pese a sus limitaciones, intentó adueñarse de la pelota y hacer pesar a su favor la altura. Mucho juego vertical y remates de media distancia aprovechando el efecto especial de la pelota. Racing, por su parte, salió con un planteo cauteloso, con dos líneas de cuatro bien juntas, para aguantar pero tratando de evitar acercarse demasiado a Saja. Es decir, presionar en campo propio pero lejos del área. Al final, esa estrategia le dio resultado porque el local sólo inquietó a través de centros y algún que otro remate desde fuera del área.
Durante toda la primera etapa, la jugada más clara para abrir el marcador fue de Racing. Es cierto que no fue elaborada, pero ese centro desde la derecha de Videla se fue cerrando y pegó en el travesaño.
Ya en el comienzo de la segunda parte, el Bolívar avisó que no se iba a resignar. Al minuto, Cardozo probó desde lejos y obligó a la estupenda intervención de Saja, quien voló sobre su palo derecho para sacar la pelota que se metía en el ángulo. Pese a eso, no hubo un vendaval del equipo dirigido por Ruben Darío Insua. La posesión de la pelota estuvo más repartida y Racing, algo más adelantado, no sufría demasiado.
Parecía controlado hasta que cayó un centro al punto del penal y el argentino Cellerino inventó una chilena impresionante para batir a Saja y poner el 1 a 0. Justo en el peor momento, cuando otro gol del local podía dejarlo a Racing eliminado, llegó un arquero del arquero local y Roger Martínez aprovechó para poner la cabeza y el empate salvador para la Academia. Un empate que valió una clasificación.