Boca ganó 2-1 en Paraguay frente a Cerro Porteño y dio un paso importante en la búsqueda de los cuartos de final de la Copa Libertadores. en el partido de ida de octavos que tuvo lugar en el estadio Defensores del Chaco, donde el conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto volvió a dar muestras de su incipiente progreso futbolístico.
Boca se plantó en el Defensores del Chaco con el peso de la historia a su favor y un presente futbolístico en alza, que plasmó en el juego inmediatamente con un dominio del juego a partir de la ocupación de espacios que produjo con el generoso despliegue de sus volantes.
Y en este rubro fueron los dos jugadores que no iban a actuar, el cuestionado Pablo Pérez y el disminuido físicamente Cristian Erbes los principales abanderados de esa prédica, ya que lo hicieron sin perder el orden.
Lo de Marcelo Meli fue distinto, de acuerdo también con sus características, ya que su despliegue fue más desordenado, aunque no por ello menos efectivo, al punto que un par de minutos antes de la media hora del primer tiempo fue quien desbordó por derecha y colocó un preciso centro al borde del área chica que Carlos Tevez cabeceó al gol sin saltar.
Y con este tanto el ‘Apache’ superó a Angel Clemente Rojas y se convirtió en el sexto goleador histórico de Boca en la Libertadores con 13 goles.
Claro que en todo este entramado futbolístico al que de a poco le va dando forma Guillermo Barros Schelotto le falta una figura fundamental como el delantero Cristian Pavón, que no solamente desborda por derecha sino que a la jugada siguiente aparece cerrando por detrás del lateral izquierdo Frank Fabra para después salir jugando.
Todo esto sirve entonces para definir que en estos tiempos de cambio de entrenador en mitad del río la intensidad es un instrumento clave e innegociable para suplir la escasez de tiempos de trabajo.
Por eso Boca no resignó la presión ni el ataque constante cuando se puso en ventaja, ni en el cuarto hora final del primer período ni en el arranque del segundo.
Los relevos, la solidaridad y el buen tino con que distribuían el balón sus mediocampistas contrastaba con el que mejor pie tiene en la zona media el ‘xeneize’ como es Nicolás Lodeiro, que en el arranque del período final tuvo una gran chance para rematar la faena pero su pase al media con Pérez y Tevez fue deficiente y terminó en los pies de Bo Valdéz, aunque en realidad la jugada reclamaba remate pinchado al arco.
Pero el uruguayo iba a tener revancha poco después, aunque en el medio vivió un susto del que podía haberse lamentado no solamente él, sino todo Boca, ya que cuando transcurrían 10 minutos Daniel Díaz jugó «a la mancha» con el delantero Cecilio Domínguez y el árbitro mexicano Francisco Chacón cobró penal.
De la ejecución se hizo cargo el portugués Luis Leal, quien había ingresado en el primer tiempo por el lesionado volante argentino Jonathan Santana, pero Agustín Orión se lució desviando el balón hacia su derecha.
Y apenas cuatro minutos después el uruguayo tuvo revancha y definió con calidad una filtrada asistencia de Tevez para empujar al gol de zurda desde un ángulo cerrado después de eludir al arquero Antonhy Silva en una baldosa.
Parecía cerrado el juego aún cuando quedaba media hora por delante, pero entre Pérez y Erbes se equivocaron por única vez en la noche asunceña y el ‘Pichi’ le terminó cometiendo, esta vez sí, un claro penal a Domínguez que el propio delantero se encargó de convertir ‘picándole’ la pelota a Orión.
Con la diferencia otra vez en un gol Boca tuvo la plausible actitud de no refugiarse en ella sino que se lanzó nuevamente en pos de aumentarla, algo que bien pudo costarle caro porque hasta fue sorprendido por un contraataque del conjunto azulgrana que expuso más la lentitud en el retroceso de sus defensores que de sus volantes.
Pero salvo ese sofocón Boca pudo terminar el encuentro sin mayores sobresaltos, esos que había tenido el ‘Mellizo’ antes del partido cuando dos de sus titulares, Leonardo Jara (afectado por un estado febril) y Andrés Chávez (con una molestia en el tobillo izquierdo) debieron dejarle sus lugares a Pérez y Erbes, algo que en definitiva terminó resultando favorable en el saldo final para el conjunto ‘auriazul’.
Así Boca se llevó tres puntos claves en sus pretensiones de acceder a los cuartos de final de la Libertadores, algo que deberá refrendar el próximo jueves cuando se dispute la revancha en la Bombonera. Allí, ante su público, ¿empezará a gestarse ‘el equipo de Guillermo’?, esos conjuntos que solamente hacen historia en las gestas internacionales. El tiempo dirá.
