Paul McCartney lo tenía preparado. El «Hola culiados» con el que saludó a las 40 mil personas que lo vieron en el Mario Kempes el domingo por la noche era una de las posibilidades que manejaba el exbeatle. La dijo apenas comenzó el show, para saludar a la multitud. Y fue un golazo.
Uno de los mitos vivientes del rock se metió a los cordobeses en el corazón apelando a un regionalismo característico y poderoso. El «culiado» identifica el lenguaje local y Paul lo sabía. Como también sabía (o al menos, su producción) que en nuestra provincia existe un tal Carlitos Jimenez y que en el Kempes juegan Belgrano y Talleres como locales.
La frase nació hace dos semanas. Desde Buenos Aires consultaron, muy en secreto, a la producción cordobesa por «información local». Así, armaron una pequeña base de datos con algunas informaciones para Paul. Una lista de situaciones, nombres, características y saludos que podrían ser usadas por Paul. Pero que nadie sabía en qué podían terminar una vez que el músico subiera a escena.
«Córdoba es la principal ciudad del interior del país», dice la primera frase de la data que armaron para la información de Paul. «La gente de Córdoba se refiere a sí mismos como ‘cordobeses’» agregaron, en una referencia que luego daría nacimiento al ya mítico «Hola culiado».
Pero, ¿cómo nació? Desde la producción de En vivo cuentan que les pidieron algunas frases para saludar. «Les sugerirmos varios tips. Les tiramos el ‘hola culiado’, pero también ‘quién se ha tomado todo el vino’, ‘la ciudad de las mujeres más lindas’ y ‘¿y si nos tomamos todo el ferné?'», contó uno de los organizadores.
Finalmente, y nadie sabe bien por qué, a Paul le gustó la del «hola culiado» (previa aprobación de José Palazzo, que dio el “OK” para que le mandaran esa sugerencia desde Córdoba).
De todas maneras, y aunque ahora pasó a la historia, minutos antes del show nadie en Córdoba sabía qué diría Paul. Es que McCartney tenía una batería de golpes al corazón. Por ejemplo, en la lista de «cordobesismos» sabía que la comida más característica era el choripán («Indigenous food: choripan con chimichurri & asado») y que la música tradicional es el cuarteto. Es más: los nombres de Carlitos Jimenez y Rodrigo Bueno también figuraban en su ayuda memoria.
Fútbol. El fútbol también fue uno de los tópicos que Paul podría haber tocado. Es que a alguien de la producción cordobesa se le ocurrió que podría decir algo de Belgrano y Talleres. Finalmente, aunque muchos se quedaron con las ganas, la producción de McCartney decidió no mencionar el tema por miedo a que alguien se sintiera afuera (había mucho público de otras provincias).
La producción le había pasado la data a Paul que decía que Belgrano era el «Derby of Talleres». Y un detalle del Pirata: «Juega en Primera categoría», más otro de la «T»: Talleres «juega en segunda categoría».
¿Qué más sabía Paul? Que Ricardo Darin actuó en una película ganadora del Oscar a filme extranjero («Lead role in Oscar winner for best international movie in 2011»), que Jorge Luis Borges es uno de los grandes escritores de Argentina, que Madona hizo de Evita, y que Siete años en el Tibet, con Brad Pitt, fue filmada en Mendoza.
McCartney usó el castellano durante todo el show. Con un ayuda-memoria pegado en cada lugar donde se detenía en el escenario, presentó cada tema con un esfuerzo titánico para hacerse entender. Habló con la gente, imitó al público y saludó varias veces a «Córodova…» (así, acentuando el sonido de la «v»). Aunque, el «hola culiados» quedará para siempre.
