Boca Juniors volvió a ser una formación híbrida en lo táctico y desordenada en lo posicional, lo que lo dejó a expensas de un Atlético Tucumán con el que terminó empatando 2 a 2 como visitante, una condición en la que no gana desde febrero, en el partido que cerró esta noche el segmento dominical de la séptima fecha del campeonato de primera división.
Los goles prematuros de Cristian Pavón fueron muy saludables para el partido, ya que obligaron a Atlético Tucumán a salir con furia en pos del gol de la paridad, dejando de lado cualquier especulación posible que hubiera llevado a la cancha desde el vestuario.
Claro que después de esa conquista hubo en lo inmediato dos situaciones distintas, la primera con viento a favor para los tucumanos y la segunda para los boquenses, que durante los 20 minutos posteriores tuvieron el camino abierto para liquidarlo con la tercera conquista.
Pero poniendo todo en el orden cronológico correspondiente, después del centro bajo desde la derecha de Carlos Tevez que terminó empujando a la red con el arco vacío por el segundo palo Pavón a los 4 minutos de comenzado el cotejo, todo fue de los dueños de casa.
Con presión alta, transiciones rápidas en la media cancha y un Luis Rodríguez «con aire», el ‘decano’ arrimó peligro con un Fernando Zampedri que siempre obliga, como en sus tiempos de máximo goleador de la B Nacional con la camiseta también albiceleste de Juventud Unida de Gualeguaychú.
Iba e iba el equipo dirigido por Juan Manuel Azconzábal y dilapidaba situaciones propicias para convertir, mientras Boca pedía a gritos un marcador en la media cancha (el colombiano Wilmar Barrios sigue esperando sentado la oportunidad de debutar), ya que ni los dos Pérez (Pablo y Sebastián) ni mucho menos Rodrigo Bentancur están para eso ni lo sienten.
Por eso la igualdad de los tucumanos estaba al caer y realmente tardó más de lo pensado, ya que llegó recién 40 minutos después que Pavón abriera el marcador, cuando el olfato goleador de Zampedri puso justicia en los números.
El segundo período presagiaba entonces otro partido, pero al minuto nomás hubo un centro de tiro libre desde la derecha lanzado por Jonathan Silva de zurda que Pavón definió con su pierna diestra ingresando por la izquierda. Otra vez Boca arriba y vuelta a empezar.
Claro que en esta oportunidad Atlético Tucumán no pudo asimilar el impacto, se lo observó desconcertado y, por consecuencia lógica, a expensas de que Boca le aplicara el golpe de nocaut.
Sin embargo el conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto se mostró impuro para definir en la última puntada y sus arrestos individuales parecían circunscribirse a las reales alternativas con las que contaba para ampliar la diferencia y rematar la faena.
Pero Boca no lo hizo y entonces Azconzábal metió algunas modificaciones que le cambiaron la cara a su equipo y lo condujeron directamente a la igualdad.
Antes de los 10 minutos lo sacó a la ‘Pulga’ Rodríguez (se fue muy molesto) por Javier Mendoza y luego el goleador Cristian Menéndez por Leandro González. El rubio pisó la cancha a los 21 minutos y cuatro más tarde colocó el definitivo 2 a 2 con un impactante cabezazo.
De allí en más retomó el control del juego el dueño de casa y volvió a generar cerca de la valla defendida por un dubitativo Guillermo Sara, pero entre un gol anulado a Zampedri por presunta posición adelantada y algunas flaquezas a la hora del última pase, además de quedarse con 10 hombres a los 42 minutos por la expulsión del lateral izquierdo uruguayo Pablo Cáceres, el local se fue conforme con la paridad.
Boca, en tanto, con el empate quedó a siete unidades del líder Estudiantes de La Plata y llegó a los 8 meses sin ganar como visitante, mientras Barros Schelotto navega entre la indefinición del 4-3-3 y el 4-2-3-1 y, al final, no es «ni chicha ni limonada».
