Familiares de los niños presuntamente abusados en el JIN 12 de 25 de Mayo esperan lograr una condena ejemplar para los cuatro acusados. “Hubo más personas involucradas y no vamos a parar para que la justicia siga investigando en la localidad”, dijo una de las mamás denunciantes.
El Tribunal de Audiencia de Santa Rosa inició en el Centro Judicial de Santa Rosa, el juicio oral contra cuatro docentes por seis casos, de 37 investigados, de presuntos abusos sexuales a niños de entre 4 y 5 años de edad en la localidad de 25 de Mayo.
Familiares de los chicos ya llegaron a la capital provincial y reclaman que los acusados sigan presos. Los maestros, por su parte, sostienen que son inocentes, víctimas de una causa armada.
Roxana, una de las mamás denunciantes, dijo que llegan tranquilos al juicio. “Venimos con una única verdad que es transmitida a través de la voz de nuestros hijos”, dijo.
“Lo que hacemos como papás es venir a reclamar por los abusos sufridos en el Jardín 12 de la localidad de 25 de Mayo. Llegamos enteros, muy tranquilos porque no tenemos que venir a mentir, sino contar lo que nuestros hijos nos relataron”, agregó.
“Vamos a estar acá durante todas las audiencias para lograr una condena justa y la más alta que se pueda. De ahí, seguiremos una lucha, que nos hemos propuesto como grupo, para que todos los abusadores de niños, reciban una cadena perpetua como condena final”, dijo.
Jorge Amado, Armando Agüero y Juan Bautista Méndez, fiscales
—¿Ése objetivo buscan para los cuatro acusados?
—Hoy hay cuatro personas detenidas por los abusos. Sabemos que las leyes de Argentina tienen un cierto número de años y debemos ajustarnos a esas leyes nacionales. Vamos a pedir la condena máxima para los cuatro, de la misma manera, ya sea para quienes abusaron directamente de los niños, como para las entregadoras.
—¿Ustedes no tienen dudas de que ocurrieron los abusos? El diario La Arena dice que no hay pruebas…
—Hemos tenido que escuchar durante un año y medio un montón de versiones. Ya no quedan argumentos para decir que esto no ocurrió. Primero, los abusos eran intrafamiliares, después que surgieron en la iglesia y en la fecha de las elecciones, se dijo que estaba armado políticamente. En la última audiencia, el abogado de la defensa dijo que la causa era diabólica. O sea que no hay fundamentos para sostener que esto no ocurrió.
Roxana agregó: “tenemos la tranquilidad de que nuestros hijos con tres y cuatro años, pudieron contar los abusos y eso es lo que vamos a contar a los jueces, que tuvimos que escuchar algo tan cruel para nosotros, hace un año y medio atrás.
—¿Los acusados son los únicos involucrados?
—Como papás sostenemos que hay más personas involucradas. Hoy por hoy, se va por estas cuatro personas, que serían las responsables directas de los abusos. Queremos que caigan todos, ya sea por acción u omisión. Hubo más personas involucradas y no vamos a parar para que la justicia siga investigando en la localidad. Nos separan 400 kilómetros de Santa Rosa, pero como lo hicimos en aquel momento, nosotros propusimos mantenernos en calma y no hacer justicia por mano propia. Eso iba de la mano de que investiguen y que caiga hasta la última persona que estuvo involucrada en estos hechos.
—¿Cuál es la situación del JIN?
—Hoy por hoy, los nenes están cursando su sala de cinco y algunos están en primer grado. Lo que exigimos en aquel momento fue que las salas de cuatro estuvieran nucleadas en el mismo lugar, donde todos los niños estuvieran en una misma institución.
Para Roxana, una de las facilidades para realizar los probables abusos, era que la sala estaba alejada de la institución central. “No había control sobre estas dos docentes. Por eso lo primero que exigimos fue que se construyeran salas en forma conjunta a las salitas de 5, para que todos los nenes estuvieran en el mismo edificio.”
“Esa obra ya está avanzada y se calcula que para marzo se podrá inaugurar. Como papás nos queda la tranquilidad de que todos los niños de 25 de Mayo van a estar supervisados por un director, sub director, docentes y demás, en un mismo espacio físico”, precisó.
Las audiencias comenzaron a las 8.30, sin la presencia de la prensa a raíz de que se trata de casos de abusos sexuales.
Las acusaciones presentadas por el Ministerio Público Fiscal a los imputados Marcelo Tatavitto, María José Tello, Gabriela Bastías y Oscar López es por “abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la guarda y por daño a la salud mental”, con penas que van desde los 10 a los 25 años de prisión. En tanto que la querella ha acusado por “corrupción de menores”, lo que implica penas de 8 a 20 años de cárcel.
Los fiscales se han respaldado en pruebas de secuelas físicas compatibles con abusos en seis de los niños. También en declaraciones de los niños en cámara Gesell, que los fiscales y las querellas interpretan como indicios del delito denunciado.
Además, declaró un testigo de identidad reservada que respaldó la versión de que el principal acusado sacaba a los niños del edificio del JIN Nº 12 en horario escolar. La acusación sostiene que los llevaba a una quinta de su propiedad, escenario de los supuestos abusos.
En contrapartida, esa acusación fue rebatida por 40 testigos (entre ellos, una persona que había aportado el propio testigo de identidad reservada). Además, no se encontró material genético de los niños en la casa de uno de los principales imputados.