n mes es el tiempo que resta para el debut de la Argentina en el campeonato mundial Sub 20, en Corea del Sur. Treinta días separan a los juveniles de cumplir un sueño en celeste y blanco, pero el camino para desembarcar en el continente asiático no se presenta sencillo. Antes, porque el escaso rodaje con el que se llegó a Ecuador para disputar el torneo sudamericano que otorgó los cuatro cupos para la Copa del Mundo desnudó flaquezas futbolísticas; ahora, porque los clubes no están obligados a ceder a los futbolistas, una situación que expone que la selección no siempre es una prioridad.
La nueva conducción de la Asociación del Fútbol Argentino deberá encontrar soluciones, un equilibrio, porque la Argentina no está en condiciones de seguir desprestigiándose. Si rebajar la sanción de cuatro partidos que recibió Lionel Messi en las eliminatorias les quita el sueño a los dirigentes, descomprimir la tensión que se generó con las declaraciones de quienes conducen a Independiente, respecto a la cesión de Ezequiel Barco, también está en la agenda. Ayer, después del entrenamiento que realizaron los juveniles, el presidente Claudio Tapia y el cuerpo técnico que lidera Claudio Úbeda se reunieron durante media hora en el predio de Ezeiza. En la charla, el titular de la AFA se comprometió para que los futbolistas fueran liberados y participaran de la gira preparatoria por Vietnam.
«Tranquilo, vamos a agotar las vías para que tengan a los jugadores a disposición el 6 de mayo. Hablaremos con la gente de Independiente», fue el mensaje que ofreció Tapia, que intentará acompañar al plantel en Corea del Sur. En la conversación, también se acordó la presencia de dirigentes, algo que no ocurrió en el campeonato sudamericano, en el que Jorge Miadosqui -secretario de selecciones nacionales- recién viajó para los últimos dos partidos del hexagonal final. El pedido de Úbeda es viajar el 6 de mayo y hacer escala en Vietnam, donde el equipo se medirá con las selecciones Sub 20 -también jugará el Mundial- y Sub 23 de ese país. Los 10 días en tierra vietnamita servirán, además, para la adaptación al huso horario.
Los tironeos por Barco
«Invito al dirigente de Independiente [el secretario general Héctor Maldonado] a que venga junto con Ezequiel [Barco] y aclarar esto. El episodio al que se hace referencia nunca pasó, lo podemos corroborar de la manera que quieran. El día específico del que ellos hablan fue el posterior al partido con Patronato: como llovía, se entrenó en la cancha de césped sintético. Ezequiel hizo un trabajo regenerativo, baños de contraste para recuperarse bien y volver al club en las mejores condiciones. Los miércoles, que es el último día que tenemos de entrenamiento, se pasa un informe detallado a cada club: primero, de manera administrativa; luego, a través del profe [Pablo Sánchez], que le da información directa al cuerpo técnico, ya sea al preparador físico, el entrenador o el entrenador alterno. Tuvimos permanentemente ese cambio de información y me extraña que se genere esta situación», se descargó Úbeda, que admitió que la problemática con los clubes no es nueva: «Fuimos complacientes con aquellos que juegan de manera activa en primera, para nosotros es buenísimo que compitan».
El mensaje que ensaya Independiente no es uniforme. «Barco fue al sudamericano con una expectativa muy grande y volvió desinflado anímicamente. El jugador se quejó de un maltrato. Creo que no va a ser cedido», dijo Maldonado, que también puso en duda lo que suceda con Gastón Togni. A su voz se le sumó la del secretario deportivo Jorge Damiani y la del vicepresidente Carlos Montaña. Sin embargo, el vicepresidente primero Noray Nakis se posicionó en la vereda opuesta: «No lo veo bien, nuestro fútbol se hace grande a través de la representación de ellos. Para mí, debe ir». El representante del futbolista, Daniel Quinteros, desmintió que Barco haya tenido un inconveniente con el cuerpo técnico de la selección: «A él le gustaría jugar el mundial, como a cualquier jugador. Si le piden su opinión, dirá lo que siente; después decidirá el club».
«Entiendo que no hay una obligación legal que haga que tengan que estar, pero hay una responsabilidad implícita de los clubes. Un Mundial es algo muy importante para la selección, el jugador y la proyección del futbolista dentro del club. Después de que volvimos del Sudamericano muchos no tenían participación y la empezaron a tener, y eso habla de la proyección que se busca en los juveniles», señaló Úbeda, que espera soluciones y no que se sumen problemas.