La Roja tenía un objetivo: conservar la primera posición del Grupo B. Y Marruecos, ya eliminado, quería terminar con buenas sensaciones. Ambos lo cumplieron, aunque la forma en que se llegó a ese resultado no fue precisamente la soñada por el equipo español.
Los marroquíes se adelantaron por mediación del delantero Khalid Boutaib, quien aprovechó una mala combinación entre Sergio Ramos y Andrés Iniesta para batir la salida de David de Gea (14’). La Roja, herida y espoleada, no tardó más que cinco minutos en replicar a ese tanto. El pase de Iniesta fue esta vez perfecto, y encontró a Isco (19’).
La máquina española parecía haberse puesto en marcha tras ese traspiés inicial, y los de Fernando Hierro crearon varias ocasiones buenas, pero ni Isco ni Gerard Piqué acertaron, y en una jugada de estrategia llegó el segundo tanto de los Leones del Atlas, obra de Youssef En Nesiry (81′) .
En el descuento, cuando los hombres de Hervé Renard acariciaban una victoria de prestigio, Iago Aspas apareció con un extraordinario remate de espuela para hacer el 2-2 definitivo, gol
En su último compromiso de la liguilla, España tuvo que contentarse con un empate tras el gol de Iago Aspas en el tiempo añadido. La Roja perdió el control del choque por momentos y, cuando lo tuvo, no fue capaz de concretar las ocasiones que generó. En el apartado de buenas noticias cabe destacar la actuación de Isco en la medular. Los errores defensivos privaron a la Roja de una victoria, pero no del primer puesto del Grupo B.
Zineb El Houari con Marruecos (síguela en Twitter)Marruecos dijo adiós con la cabeza bien alta. Se despide de su quinto Mundial de la mejor forma, haciendo tablas ante los campeones del mundo de 2010 gracias a los goles de Boutaib y de En Nesyri, jugador del Málaga. A pesar de la intensa presión española desde el inicio, los hombres de Hervé Renard no cedieron y pelearon hasta el final. La selección marroquí se quedó sin la clasificación para la segunda fase, pero ha ganado un equipo de guerreros.
Jugador Budweiser del Partido
Isco firmó el gol del empate de España en el primer periodo, y se erigió en gran protagonista del choque gracias a su calidad, sus cambios de ritmo, los regates en corto y la precisión de sus pases. Fue el español más peligroso del encuentro.
El dato
23: España llegó a rozar la derrota en la noche del lunes, pero el empate le permite continuar su racha de imbatibilidad y sumar ya 23 partidos sin perder. Ninguna selección del mundo presenta hoy una secuencia mejor.
Lo que viene
Rusia-España, octavos de final, Moscú, 1 de julio