La artista plástica y reconocida militante por los Derechos Humanos presentó esta mañana una denuncia en la Fiscalía de Primera Instancia. Lamentó la rotura de la obra de cerámica. “Esto no nos desalienta, al contrario”, afirmó y llamó a la comunidad a reflexionar sobre estos hechos.
Raquel Pumilla y militantes de distintas organizaciones presentaron esta mañana en la sede del Ministerio Público Fiscal una denuncia por la destrucción de la obra en cerámica producida días atrás.
Pumilla señaló que “vine acompañada por la gente de la Asociación Pampeana de Escritores, por los movimientos feministas y el de Derechos Humanos, porque estamos conmovidos por lo que pasó y que vuelvan a pasar las misas cosas que siguen pasando”, dijo.
“Esto ya ocurrió en la Universidad, que destruyeron una escultura mía en diciembre pasado, que tenía que ver con las ideas libertarias de Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar”, recordó. “Hubo dos ataques hasta que la destruyeron totalmente”, agregó.
“Y ahora, con motivo de la muestra que monté en el hall anterior al Aula Magna sobre desaparecidos pampeanos y argentinos también en la UNLPam, con motivo de la presentación del libro de Norita Cortiñas, el sábado. Dentro de esas obras, había un pañuelo realizado en cerámica, que era propiedad de la familia Tartaglia, la desaparecida pampeana y cuya hija, la nieta 125 fue recuperada y que yo puse en manos de ellos hace años y se los pedí prestado, pero ahora apareció destruido”.
Raquel Pumilla lamentó la agresión y señaló que hay intencionalidad y vandalismo. “Esto tiene que ver con cuestiones que no son accidentales, que fue lo primero que me planteó gente de la Universidad. Pero no fue accidental porque estaba colocado en un lugar estratégico donde no había paso de gente. Tenía por un lado una pared y por el otro el mobiliario que perteneció al primer rector de la Universidad”, explicó.
“Además, estaba en un caballete de hierro firme, montado sobre un marco o caja de madera, con amarras de metal, donde no había posibilidades de un daño accidental. Además, si se hubiera caído, se destroza en mil pedazos, porque la cerámica es como un vidrio y en este caso, lo que ocurrió es que arrancaron las puntas del pañuelo, es decir que han hecho presión sobre la caja y tal es así, que se ve dañada la caja”, afirmó.
“La primera vez la Universidad realizó una acción de denuncia y demás, y esta vez es la segunda que ocurre lo mismo. No fue en día que hubiera concurrencia de alumnos. Nos retiramos tipo 11 de la noche del acto, después al día siguiente fue domingo y el feriado del lunes, sin actividad estudiantil y yo llegué temprano en la mañana del martes para embalar todo y encontré la placa rota”, explicó Pumilla.
“Inmediatamente avisé al encargado de sala, la señora que está en Extensión Universitario me preguntó si no estaba dañada antes, cosa que no porque hay fotografías de gente que posó con el trabajo y está en perfecto estado, de ninguna manera estaba roto y tampoco se rompió en el desarme de la muestra, porque lo vi al instante en que se encendió la luz por parte del encargado de sala, con lo cual la Universidad deberá tomar las medidas correspondientes y los alumnos deberán reflexionar sobre estas cuestiones”, dijo.
“¿Qué es lo que pasa que hay gente que entra en la Universidad o ya está que comete estos actos? Ya han ocurrido otras cosas. Anteriormente, una profesora avasalló carteles que tenían que ver con los Derechos Humanos, pero fue una actitud diferente, porque la señora lo hizo de día, mostrando su cara y exponiendo sus ideas, pero en este caso y el anterior fue solapadamente y han aparecido, en el caso de la primera escultura (de Simón Rodríguez), en el foso del ascensor”, recordó Pumilla.
“Es decir una actitud de tener ganas de avasallar estas ideas. Por eso vine a hacer una denuncia como corresponde, para que esto sea público y signifique una denuncia contra la sociedad”, agregó la artista plástica y reconocida militantes por los Derechos Humanos.
—¿Te llama la atención la actitud de la Universidad intentando culparte con el armado o desarmado de la obra?
—Creo que de algún modo no podrán hacerse responsables de lo que pasó y tratan de ver si no fue producto de otra cosa. Antes de venir a hacer esta denuncia, pedí hablar con la señora de la Sala y también subí al tercer piso a hablar con el rector, que estaba en una reunión. Me atendió luego de esperar en el pasillo de la entrada y conversamos. Me dijo que iba a hacer lo que correspondiera, ni bien le presentara una nota, que ya tengo hecho y le voy a alcanzar ahora, pero creo que a pesar de no tener la nota, inició una acción a ver qué ocurrió.
—¿Qué significa para una artista encontrar su obra rota?
—¿Viste aquello del Quijote? Señal Sancho de que cabalgamos, significa que las ideas las expresás oralmente, con imágenes, distintos lenguajes y lo que esté mostrando esto es que alguien que no está de acuerdo, quiere destruir una obra. De cualquier manera, esto no desalienta a los creadores estas cosas, nos motivan. Era un un pañuelo y ahora van a ser cincuenta y pico, con todos los desaparecidos pampeanos y la cofradía de los ceramistas ya está en marcha para empezar a hacerlos.
—¿Vas a hacer uno para la familia Tartaglia?
—Sí, voy a volver a hacer uno para la familia Tartaglia, para que puedan tenerlo nuevamente y luego vamos a hacer uno por cada desaparecido pampeano.