Los pampeanos no solo elegirán este domingo 27 al próximo presidente. También tendrán la oportunidad de definir a los próximos dos diputados nacionales. Si se repiten los números de agosto de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), ingresarán el vernista Hernán Pérez Araujo y el radical Martín Berhongaray. Pero el peronismo, en el sprint final de la campaña, comenzó a envalentonarse para intentar duplicar en votos al segundo y poder meter a la camporista Carmina Besga.
Un total de 287 mil electores están habilitados para votar este domingo. Habrá disponibles 865 mesas distribuidas en 154 establecimientos educativos.
Los pampeanos -que ya entre febrero y mayo definieron todos los cargos provinciales, desde el gobernador a los concejales y vocales- podrán optar entre las agrupaciones del distrito que superaron el piso del 1,5% de los votos de agosto. Así, son cuatro las opciones: Hernán Pérez Araujo – Carmina Besga (Frente de Todos), Martín Antonio Berhongaray – Adriana Beatriz Lehr (Juntos por el Cambio), Luis Hernán Solana – Marina Jacoba Vanini (Consenso Federal) y Claudia Eugenia Lupardo – Leonel Agustín Sepúlveda (Frente de Izquierda).
En las PASO, el Frente de Todos cosechó 106.620 votos, un 49,26% del total; Juntos por el Cambio, llegó a 70.222 lo que representó un 32,44%; Consenso Federal logró 15.900 votos, un 7,34%; y el Frente de Izquierda logró 4.905 votos lo que representó un 2,26%.
Los dos nuevos diputados reemplazarán al peronista Sergio Ziliotto -ya electo gobernador, que asumirá en reemplazo de Carlos Verna- y al radical Daniel Kroneberger.
Se especula con que el resultado «está cantado» y que los dos legisladores en juego serán repartidos entre el peronismo y el radicalismo.
La representación se divide por el Sistema D’Hondt. De esta manera, solo si el PJ y sus aliados doblan en votos a Berhongaray, podrán quedarse con los dos cargos. Nadie en Casa de Gobierno piensa seriamente en esa posibilidad, más allá de las manifestaciones públicas: el radicalismo tiene un piso que ronda el 32 por ciento, por lo que el PJ, para dar el batacazo, necesitaría incrementar su caudal de votos en 15 puntos y superar holgadamente el 60%.
El Frente de Todos, al igual que lo hizo en las PASO, fue el que más se movilizó en esta campaña. Pérez Araujo y Besga recorrieron casi todos los pueblos, donde se entrevistaron con intendentes, referentes políticos, dirigentes de asociaciones civiles y emprendedores. Machacaron sobre la crisis generada por el macrismo y los «socios» locales.
En los últimos 15 días, la que levantó el perfil fue Besga. La joven dirigente de La Cámpora tiró incluso palos a Berhongaray y lo vinculó con el presidente Mauricio Macri y el gobernador mendocino y seguro referente del radicalismo en el Congreso nacional, Alfredo Cornejo. «Berhongaray es Macri», fue el latiguillo del peronismo.
El contraste de campaña entre los peronistas y los de Juntos por el Cambio fue notable. Unos intentaron pegarse a la fórmula presidencial Alberto Fernández y Cristina Fernández, que incluso desembarcó en La Pampa, con un acto multitudinario en la laguna Don Tomás. Los otros intentaron, por todos los medios, despegarse del collar de plomo que significa la figura del presidente, en medio de una fortísima crisis económica que ha llevado al 35 por ciento de la población a la pobreza.
Berhongaray, así, hizo una campaña en piloto automático, solo rodeado por algunos dirigentes del radicalismo y sin menciones a Macri. El dirigente recorrió algunos pueblos y no levantó olas: fueron, incluso, contadas las entrevistas que dio.
Tambien se presenta el FIT Unidad con Claudia Lupardo y Comsenso Federal con Luis Solana.