Jorge Lucero, el papá de Nadia, confirmó que su hija está en grave estado de salud y que su cuadro empeoró, desde que ingresó ayer. Reveló que el propio agresor llegó a la casa de una hermana de Nadia pidiendo ayuda, con la joven en el asiento trasero del auto. Estaba armado y ante la negativa, huyó del lugar.
El padre de Nadia dijo luego de declarar ante el fiscal Walter Martos y pidió que la justicia actúe con celeridad. “El fiscal nos recibió y nos dio toda la seguridad de que está trabajando toda la Policía. Nuestra preocupación es que detengan a este sinvergüenza, nos dijeron que nos dan todo su apoyo y que están trabajando a pleno en eso”.
Consultado sobre cómo está Nadia, Jorge Lucero dijo que “Nadia está en un coma inducido, está sin signos vitales, está respirando con respirador artificial, ya no le trabajan los riñones y posiblemente hoy le empiecen diálisis, está en un estado gravísimo. Su cuadro empeoró desde ayer”, agregó.
Jorge Lucero agregó que Laureano González es buscado en toda la provincia y a nivel nacional. “Desde acá salió en un Bora Gris. Cuando él va y deja a mi hija en el hospital, las cámaras lo siguen hasta Chango Más, ahí se les pierde. A mi entender, salió por la calle que va a los silos”.
El papá de Nadia confirmó que la relación con su hija era de hace pocos meses y que él lo conocía muy poco.
Consultado sobre cómo sucedieron los hechos, Jorge dijo que “él va a la casa de mi otra hija y ya la llevaba en el asiento de atrás del auto. Fue a decirle que se había descompuesto, que subiera. Y cuando ella abre la puerta para subir, ve que hay un arma y el tipo tenía cerveza y no quiso subir. Ella quiere bajar a la hermana y entre los gritos, sale el marido de ella y él arranca el auto, no sabíamos adónde”, explicó conmovido.
“Mi hija corrió a mi casa a avisarme. Ya mi otra hija había llamado a la policía. Esto fue entre las 9 y media y diez de la noche”, agregó Jorge.
—¿Cuándo la deja en el hospital, no había policías?
—Sí, había policías. Alcanzan a verlo y eso es lo que no podemos entender. Él se baja con ella en brazos, sale una enfermera y el policía con la camilla. Él la pone en la camilla, se sube al auto y se va. No lo pararon, no lo detuvieron. El policía no llamó enseguida a que lo alcanzaran, nada. Le dieron todo el tiempo.
Yo tardé aproximadamente 20 minutos en llegar al Hospital y recién empezaban a llegar a los patrulleros. Me entero ahí que estaba golpeada, porque los médicos me enseñan cómo estaba su cuerpo.
—Jorge, usted decía que no sabía de otros casos previos a esta situación, pero las hermanas decían que la veían rara…
—Las tres hermanas son muy unidas y pasan mucho tiempo juntas. Con ella nos juntábamos los domingos y nos veíamos poco, nada más que eso.
—¿Las hijas de Nadia con quién están?
—Con una de mis hijas. No son hijos de él y no estaban presentes cuando ocurrió todo. Ellos convivían.
—¿Qué elementos se secuestraron en la casa dónde ocurrió todo?
—No me lo dijeron. Se secuestraron pruebas, pero no me dijeron nada.
—¿El vehículo estaba secuestrado?
—Sí, estuvo involucrado en el tema de los dólares, de la señora que vendió la casa. Me acaban de decir que él tenía muchísimos antecedentes, incluso uno de un caso similar a éste.
—¿Usted lo conocía?
—No, lo vi una vez o dos, nada más.
—Conoce a familiares de él?
—Sí, conozco de nombre o vista a algunos. Nadie se puso en contacto conmigo. Él trabajaba en la construcción. Mi hija trabaja en una casa de comidas.
Luego de dialogar con la prensa, se realizó una aplaudida en el Centro Judicial, mientras el padre de Nadia era contenido por familiares y amigos