El pase del delantero argentino Lautaro Martínez de Inter a Barcelona se resolverá en un plazo perentorio de «diez días», su reemplazante en el club milanista será su compatriota Mauro Icardi y, para que la cesión se concrete, será clave que Mauricio Pochettino se haga cargo del Newcastle inglés, que así le comprará al club español al volante brasileño Philiphe Coutinho en 80 millones de euros que los catalanes utilizarán para adquirir al bahiense.
Todo ese movimiento de piezas fue puesto sobre el tapete por el diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport, que empezó anunciando que el pase de Lautaro Martínez ya tiene una fecha límite de diez días.
Según este informe las negociaciones entre el Inter y Barcelona están muy avanzadas y parece que la última oferta que presentó Barcelona, de la que informó hoy el diario Sport, abonando 60 millones de euros y dos futbolistas de primer nivel que deberán escoger los italianos de una lista de tres que integrarán Arturo Vidal, Iván Rakitic y Samuel Umtiti, fue bien vista por las autoridades interistas.
La fecha tope para sellar este acuerdo entre ambas entidades es el 15 de mayo, algo autoimpuesto por ambas instituciones para dar por finalizadas estas tratativas «de una buena vez», ya que estas se terminaron transformando en una «novela de primavera» europea en medio de la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
Es por ello que Inter, a través de su CEO Giuseppe Marotta y de su director deportivo Piero Ausilio, le solicitaron a Barcelona que formalice la oferta que presentó en las últimas horas, que inclusive podría elevarse en el aspecto puramente económico a 80 millones de euros, pero pagaderos en cuotas más alargadas y con la cesión de dos futbolistas más jóvenes y de menor cotización como Aleñá y Semedo.
La presión que significa poner un plazo determinado a la negociación puede ser clave en el desenlace de la operación, y de hecho Inter ya piensa en el regreso de Icardi desde París Saint Germain para sustituir al ex Racing Club.
Y aquí es donde empieza a terciar indirectamente Pochettino, que terminaría favoreciendo los intereses de Barcelona aunque no sea ese su deseo porque siempre se manifestó «anti Barsa» a partir de su pasado en el Espanyol.
Es que de concretarse en las próximas horas su incorporación al nuevo multimillonario de la Premier League, el Newcastle, que recibe una fuerte inyección monetaria de capitales árabes, su primera incorporación será la del mediocampista brasileño Coutinho, que puede dejar unos 80 millones de euros en las arcas del club catalán, dueño de su pase, lo que podría redundar no solamente en beneficio de la adquisición de Lautaro Martínez, sino también en el probable retorno de Neymar.
Pochettino conoce muy bien a Coutinho, ya que lo hizo debutar en la liga española cuando ambos coincidieron en el Espanyol en la temporada 2011-2012, después de que el equipo catalán lo recibiera a préstamo de, casualmente, el Inter de Milán.
La cláusula de rescisión de Martínez, de apenas 22 años, que empezó su carrera en Liniers, de Bahia Blanca, otro beneficiario de cada pase millonario que concreta el actual delantero de Inter, es de 111 millones de euros.
La idea era llegar a ese monto que no puede ser «cash», por lo que por esos 60 millones de euros más dos futbolistas de alta cotización podrían llegar los catalanes nominalmente a esa cifra de la cláusula, e inclusive los 80.000.000 a largo plazo con Nelson Semedo y Carles Aleñá como valor agregado para «redondear» o acercarse a esa suma, también.
Por eso, lo concreto es que Lautaro Martínez está apenas a un puñado de días de convertirse en compañero de Lionel Messi, algo que él desea fervientemente, aunque sabe que el uruguayo Luis Suárez viene recuperándose de una intervención meniscal y tendrá que pelear con él por un lugar en el centro del ataque del equipo dirigido por Enrique Setién.
Y de hecho hoy el ayudante de campo principal del entrenador, Eder Sarabia, afirmó que en el cuerpo técnico tienen «muchas esperanzas en que Suárez va a ser como un muy buen fichaje. Hasta ahora había mercado de invierno y de verano, y ahora habrá uno nuevo que se podría llamar de confinamiento». Y no dijo nada de Neymar todavía.
