El capitán del seleccionado argentino, Lionel Messi, asumió este sábado que el compromiso ganado ante México (2-0) se presentaba como «un partido límite» para el futuro en el Mundial de Qatar porque de no ganarlo marcaría la suerte del equipo.
«Lo vivimos con mucha bronca por la derrota en el debut con Arabia. Sabíamos que era un partido límite porque si no lo ganábamos, ya estaba… Por suerte pudimos conseguir la victoria y la descarga. Es una alegría porque da tranquilidad», dijo en conferencia de prensa.
«El primer tiempo fue difícil por la situación y la necesidad. Nos aceleramos. En el segundo tiempo empezamos a ser lo que somos hace mucho tiempo y pudimos sacar el partido adelante», valoró.
«Ahora volvemos a empezar y podemos afrontar el partido ante Polonia de otra manera», rescató quien fue elegido como figura del partido por el gol que destrabó el marcador a los 19 minutos del segundo tiempo.
Messi explicó que el encuentro ante México «era un partido muy complicado. México juega bien, te maneja la pelota, el primer tiempo lo jugamos como mucha intensidad y tuvimos oportunidades».
«Cuando nos calmamos y empezamos a jugar la pelota en el segundo tiempo, llegó el gol y volvimos a ser nosotros. Había que ganar para acomodarnos», agregó el rosarino.
Luego, el astro del PSG se refirió al público y afirmó: «No podemos bajar los brazos ahora, nosotros los pusimos así y hay que seguir Ahora, tenemos todas finales, no podemos errar».