Tras la condena a ex represores, el secretario de Derechos Humanos provincial, Antonio Curciarello, rescató que “en un contexto de país donde el presidente de la Nación no solo quitó interés a estos temas, sino que además los ninguneó -poner en duda la cantidad de desaparecidos, hablar de guerra sucia y no de genocidio, etc.- es todavía más gratificante que se haya podido desarrollar el juicio sin sobresaltos”.
El funcionario agregó que “en La Pampa se dijo por muchos años, y de parte de estos sectores reaccionarios, que esto había sido una isla y que aquí no hubo actividad violenta e ilegal por parte del Estado. Este juicio, a través de los testimonios de las víctimas y los testigos, reveló que no fue así. Aquí funcionó un equipo de tareas que torturó y detuvo ilegalmente por razones políticas e ideológicas”.
“Debemos reconocer el esfuerzo de las víctimas y de los familiares, que debieron recordar momentos difíciles de sus vidas y el sufrimiento que les provocaron. Este juicio es una contribución inestimable para develar verdad. Como dijo el ministro Bensusán, estamos orgullosos de la Secretaría, con las acciones que hicimos para contribuir al desarrollo del juicio”, dijo.
Agradeció “al Colegio de Psicólogos, por la contribución en el acompañamiento de las víctimas, y destacar el trabajo de las querellas y la Fiscalía. Fundamentalmente la entereza de las víctimas que pudieron declarar delante sus de sus torturadores y que con sus testimonios contribuyeron a que se haga justicia”.
Finalmente, consideró que las sentencias fueron correctas, “con los máximos previstos en la ley para los mayores responsables, como en el caso de Luis Baraldini y Enrique Greppi. Fundamentalmente en el caso de Baraldini, que estuvo prófugo y negando lo sucedido, cuando en realidad fue la cabeza de todo lo que sucedió en La Pampa. Han sido condenas importantes”.