La llegada de Julio Buffarini a Boca ya es un hecho. Pero no hay dudas de que su contratación dividió las aguas. O mejor dicho: generó muchísima bronca en los hinchas de San Lorenzo. Es que casi en el mismo instante en que el defensor firmaba su contrato y se prestaba a fotografiarse en la Bombonera, un grupo de fanas del Ciclón vandalizó un mural que le habían hecho luego de ganar la Libertadores 2014.
«Traidor, puto». Con aerosol negro, eso se podía leer en la obra ubicada en la intersección de Zelarrayán y Viel, en Parque Chacabuco. Y que los hinchas de San Lorenzo le habían dedicado tras la obtención de la Copa. Pero el amor, se ve, se terminó.
Lo curioso es que a unos kilómetros de distancia, en La Boca, Buffarini se desentendía del asunto y, sonriente, firmaba su contrato, por tres años y medio, en las oficinas de la Bombonera junto al vicepresidente Royco Ferrari.