«Después de mucho pensarlo, voy a declarar y voy a decir todo» inició en tono pausado José López, ex secretario de Obra Pública del gobierno K. Decidió hablar, declarar y «contar todo».
Así lo dijo en el banquillo de los acusados en el juicio donde se lo acusa de enriquecimiento ilícito por la que lleva preso más de dos años.
Minutos después se desligó de los bolsos con los 9 millones de dólares: «El dinero de los bolsos no era mío, era de personas de la política, en la emergencia tomé el arma porque temía que en el traslado me pasara algo».
Así respondió sobre lo qué pasó en la madrugada del 14 de junio de 2016, cuando buscó esconder en el convento de General Rodríguez bolsos con casi 9 millones de dólares, 153.000 euros, 59.000 pesos y relojes Rolex.
«Me usaron como chivo expiatorio, como una maniobra distractiva para poner la atención pública en otro lugar», dijo José López ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF 1) durante su indagatoria.
Con voz tranquila, sin retirar la mirada del Tribunal, declaró por primera vez en el juicio que se realiza en su contra por enriquecimiento ilícito. La imagen de los bolsos con dinero, relojes, joyas y armas se expondrán durante el juicio como una de las principales pruebas en contra del ex funcionario.