Nicolás Neuspiler, uno de los pioneros en la fertilidad asistida en Argentina pasó por Santa Rosa para promover la ley 2737 y lograr la firma de un convenio para que la Salud Pública pueda llevar adelante tratamientos de baja complejidad.
El doctor Nicolas Neuspiler llegó a Santa Rosa de la mano de Abrazo por Dar Vida, para explicar los alcances de la ley 2737 de fertilizad asistida.
El profesional aseguró que el estado pampeano, previo a la firma de un convenio está obligado a cumplir con esta ley y que los tratamientos pueden hacerse en hospitales públicos, a muy bajo costo.
Desde hace más de un año y medio Nicolas Neuspiler trabaja en el ministerio de Salud de la Nación. “Me sumé porque veía que lo que es la reproducción médicamente asistida, no estaba funcionando y por eso estoy recorriendo todas las provincias”, dijo.
“Yo traje a la Argentina la fertilización in vitro de alta y baja complejidad en 1984. Desde entonces, traje más de 10.000 chicos al mundo y siempre tuve vocación por este tema”, explicó a Somos Noticias.
“El director del Instituto era Roberto Nicolsen, yo era el Jefe de Fertillidad y puse el primer laboratorio de Fertilización in vitro en Argentina”, agregó.
“Mi objetivo es formar un grupo en cada provincia que haga los diagnósticos de fertilidad para que después se puedan hacer los tratamientos”, afirmó.
“En algunas provincias se hacen tratamientos de baja complejidad. Es decir que cuando se hace un diagnóstico, se estimula la ovulación sexual de la paciente y luego se produce una relación sexual programada o hacer una inseminación intrauterina. En este caso, se requiere un procesamiento del semen para luego colocarlo en el útero de la mujer”, explicó.
“En ese sentido, el equipo médico debe estar integrado por ginecólogos y bioquímicos. Vengo del hospital Lucio Molas, hablé con la gente y les mostré como era fácil hacer algo, que, con la adhesión de la provincia a la ley nacional 2737. Se debería estar cumpliendo con eso, pero hasta ahora se ha hecho muy poco”, dijo.
—¿El sistema de salud pública debe garantizar el tratamiento?
—Sí. A través de la ley 2737 se está obligado a hacer tratamientos de fertilización in vitro de baja complejidad y derivar a los centros de alta complejidad que hay en el hospital Pena, de Bahía Blanca, en el Clínica de Buenos Aires, en Córdoba y en la maternidad de Tucumán.
—¿Si el paciente va a Salud Pública, lo debería pagar el Estado?
—Salud Pública de la Nación se compromete a mandar drogas de estimulación, los medios de cultivo para preparar el semen, cámaras para hacer los espermogramas y cámaras de transferencia para hacer la estimulación
Neuspiler agregó: “además, Nación se compromete a capacitar a los médicos que necesiten la formación para hacer este tipo de procedimiento. Sí se debe cumplir con esta ley. Hasta ahora, la gente que no tiene prepaga u obra social, no sabe que tiene este derecho”, dijo. “Si el hospital no cumple con esto, pueden realizarse recursos de amparo”, agregó.
—En el caso de que se haya conformado el equipo, ¿deben pagar internación, derivación y gastos?
—No. No tienen que pagar nada. Tengo el compromiso de la doctora Frutos que le dará al ministro el convenio que yo traje entre Nación y Provincia para poder realizar esto.
—¿Hay un tiempo para ponerlo en práctica?
—Espero que en cuatro o cinco meses podamos iniciar este programa.
—¿Cómo lo recibieron en el Molas?
—El grupo humano me pareció bueno. Se han comprometido a trabajar y espero que lo hagan.
—¿Se les puede obligar a cumplir con la ley?
—Sí. Porque la ley existe, es la 2737 y las personas pueden quejarse.
—¿Si esta ley no se cumple, es muy costoso el tratamiento?
—En un tratamiento de baja complejidad, podemos hablar de unos $10.000. En el caso de alta complejidad, estará en unos $40.000.
—¿Siempre son exitosos?
—No, el porcentaje más alto de alta complejidad, en una paciente menor de 37 años, tiene un éxito de un 45%. A medida que avanza en la edad, empieza a decaer el porcentaje de éxito. Por eso, advertimos a la población sobre esto, porque el promedio de edad de los pacientes, van de los 35 a 43 años, ya que las mujeres posponen su maternidad por el desarrollo personal y profesional y luego, nos encontramos que las mayores de 35 años, tienen más problemas
En este sentido, Neuspiler aconsejó tener una maternidad más temprana, por debajo de 35 años. “Y si no llegan a los 35 años, a los 34 y medio debería pensar en congelar sus óvulos, pero eso es una cuestión de manejo privado. Es decir, las instituciones públicas no van a congelar los óvulos por diferir la maternidad”, dijo.
—¿Es algo sencillo?
—Sí. Se tiene que pagar y se puede hacer.